Esta semana en Doha, la capital de Qatar, proseguirán las negociaciones que indirectamente están llevando adelante representantes del gobierno de Israel y de Hamas, la organización que gobierna en la Franja de Gaza, para lograr llegar a un acuerdo de intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos, que implicaría además una tregua que podría extenderse por varias semanas.

Tal como viene sucediendo, diplomáticos y funcionarios de inteligencia de Egipto, Estados Unidos y Qatar están liderando la mediación, y fuentes israelíes cercanas a las negociaciones dijeron que existe “un cauteloso optimismo” luego de las reuniones que se llevaron adelante durante el fin de semana en París, informó The Times of Israel.

Pero, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, sigue poniendo obstáculos en las negociaciones, en un doble intento de proseguir la guerra, que parece completamente atada a su futuro político, y a la vez apaciguar los ánimos de los elementos más ultraderechistas e intransigentes que integran su Ejecutivo.

Este domingo, de acuerdo a lo que informó el Canal 12 de la televisión israelí, el líder del Likud, luego de finalizadas las negociaciones en la capital francesa, planteó que los prisioneros palestinos de alto nivel que sean liberados deberían ser deportados a Qatar y no retornar ni a Gaza ni a Cisjordania.

Además, el portal Ynet informó que Netanyahu dijo que las negociaciones en torno a un acuerdo de rehenes no pueden proseguir hasta que Hamas no le proporcione a Israel una lista de los rehenes que todavía están vivos y de los que murieron en cautiverio.

En este contexto, un funcionario del gobierno que declaró bajo condición de anonimato dijo al Canal 12 que “Netanyahu no está realmente interesado en el acuerdo” y que “está haciendo cosas para torpedear las negociaciones”.

Según la misma fuente, todos los integrantes del actual gabinete de guerra apoyan el esquema actual del acuerdo de rehenes, por lo que Netanyahu es el único que está en una posición divergente.

Además, este domingo el primer ministro israelí dio una entrevista a la cadena estadounidense CBS en la que dijo que una eventual tregua retrasará la operación militar sobre la ciudad palestina de Rafah, en la que Israel afirma que actualmente se encuentra la mayor parte de la rama militar de Hamas, pero no la impedirá.

“Si llegamos a un acuerdo, se retrasará un poco, pero sucederá. Si no tenemos un acuerdo, lo haremos de todos modos”, dijo Netanyahu sobre sus planes para Rafah, de acuerdo a lo que consignó la agencia Efe.

Los aliados europeos de Israel vienen advirtiendo de los peligros que conllevaría una invasión sobre esa ciudad palestina, en la que están viviendo más de un millón y medio de personas, mientras que Estados Unidos pidió al gobierno de Netanyahu que presente un plan “creíble” para proteger a los civiles hacinados en la ciudad antes de lanzar el ataque.

También habló sobre una eventual tregua en Gaza el ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, quien aseguró que su país podría aprovechar un cese momentáneo de los combates en territorio palestino para “aumentar la potencia de fuego” contra la milicia chiita libanesa Hezbolá.

“Estamos planeando aumentar la potencia de fuego contra Hezbolá. Si se alcanza una pausa temporal en Gaza, aumentaremos el fuego en el norte, de manera separada, y continuaremos hasta la retirada total de Hezbolá [de la frontera] y el regreso de los ciudadanos israelíes a sus hogares”, expresó Galant.

Las declaraciones del ministro coinciden con una nueva jornada de fuego cruzado entre Israel y Hezbolá en la frontera que divide ambos países.

El País de Madrid informó que las fuerzas armadas israelíes interceptaron este domingo lo que denominaron un “objeto aéreo sospechoso”, según un comunicado publicado por los militares.

Al mismo tiempo, el ejército denunció que en las últimas horas hubo lanzamientos de cohetes desde Líbano hacia el norte de Israel. Fronteras adentro, en Israel sigue habiendo manifestaciones que exigen al gobierno de Netanyahu que llegue a un acuerdo que permita la liberación de los rehenes.

En la noche del sábado, una movilización en Tel Aviv fue duramente reprimida por la Policía, que detuvo a 21 personas.

En un comunicado, la entidad dijo que los manifestantes se habían “reunido de manera ilegal” en la calle, perturbando el orden.

“Desafortunadamente, vimos a varios manifestantes que vinieron con el propósito de enfrentarse a la Policía y no para una protesta legítima”, se agregó en el comunicado.