La muerte de más de un centenar de personas que se agolparon junto a camiones de ayuda humanitaria para recibir alimentos en la Franja de Gaza, el jueves, encendió una vez más las alarmas sobre la gravedad que alcanzó este conflicto y la preocupación por la situación que enfrenta la población civil palestina.
Las autoridades de Gaza denunciaron que el Ejército israelí disparó contra la multitud hambrienta y afirmó que a los hospitales llegaron más de 750 heridos, en su mayoría de bala o metralla.
La versión israelí es distinta. Afirma que decenas de gazatíes murieron en una estampida, aplastados o atropellados por los camiones, y hubo además un incidente en el que algunas personas armadas se acercaron a las fuerzas militares israelíes, que las consideraron un peligro y dispararon contra ellas.
La reacción del ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ante este incidente fue llamar a “dejar de transferir esta ayuda” humanitaria a Gaza. En su cuenta de X dijo que “no sólo es una locura” que llegue “mientras nuestros secuestrados están retenidos en la Franja en condiciones deficientes, sino que también pone en peligro a los soldados” y “da oxígeno a Hamas”.
Para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, “el gobierno de [Benjamin] Netanyahu volvió a demostrar, por acciones y declaraciones, que la acción militar en Gaza no tiene ningún límite ético o legal. La comunidad internacional debe decir basta para evitar nuevas atrocidades. Cada día de indecisión, más inocentes morirán”. Así lo afirmó en un comunicado en el que también señaló que las aglomeraciones en busca de ayuda humanitaria “demuestran la situación desesperante a la que está sometida la población civil de la Franja de Gaza”.
El gobierno de Brasil condenó la “inacción de la comunidad internacional” y repudió las “declaraciones cínicas y ofensivas para las víctimas del incidente hechas horas después por una alta autoridad del gobierno de Netanyahu”. Recordó además que la Corte Internacional de Justicia llamó a Israel a tomar todas las medidas a su alcance para impedir un genocidio.
El gobierno alemán, que ha sido uno de los más renuentes a criticar al Ejecutivo de Netanyahu, manifestó que “el Ejército israelí debe explicar plenamente cómo pudieron haber ocurrido el pánico masivo y los disparos”. Así lo reclamó la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock. “En Gaza las personas están más cerca de morir que de vivir. Es necesario que llegue más ayuda humanitaria. Inmediatamente”, dijo, y reclamó “un alto el fuego humanitario para que los rehenes sean finalmente liberados de las manos de Hamas, no mueran más personas en Gaza y la ayuda se pueda distribuir de forma segura”.
También el presidente francés, Emmanuel Macron, reclamó un cese del fuego y manifestó en X: “Profunda indignación por las imágenes que nos han llegado de Gaza, donde los civiles han sido blanco de los disparos de soldados israelíes. Expreso mi más enérgica condena a estos disparos y pido verdad, justicia y respeto al derecho internacional”. Poco antes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia había expresado que “es responsabilidad de Israel cumplir las reglas del derecho internacional y proteger la distribución de ayuda humanitaria a la población civil”.
Egipto, Qatar y Jordania calificaron de “inhumano” el ataque del jueves. La cancillería egipcia agregó que fue “un crimen vergonzoso, una violación flagrante de las disposiciones del derecho internacional y un desprecio por el valor del ser humano”, y pidió al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que asuma “la responsabilidad moral, humanitaria y jurídica para detener la guerra israelí contra la Franja de Gaza”.
El Consejo de Seguridad sesionó para tratar este asunto, y 14 de sus 15 miembros respaldaron un comunicado de condena a la actuación de Israel, presentado por Argelia. Sin embargo, la iniciativa recibió el voto en contra de Estados Unidos, que tiene poder de veto y que consideró que “no cuenta con todos los hechos sobre el terreno” para pronunciarse.
Durante una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, invitó el viernes a varios países latinoamericanos a reunirse para tratar la situación en Gaza y fijar una postura común de la región sobre esta guerra. La cancillería colombiana informó que varios países –Brasil, Chile, Honduras, San Vicente, Venezuela, Guyana, Bahamas, Bolivia, Chile, Barbados y México– ya expresaron su interés en participar.
La Unión Europea descongela fondos para la UNRWA
México fue otro de los varios países que manifestaron el viernes “su condena categórica al ataque perpetrado en contra de civiles palestinos al norte de la Franja de Gaza”, y reafirmó, además, “su apoyo irrestricto a las agencias de la ONU en el terreno y al papel irreemplazable de la UNRWA [la agencia para los refugiados palestinos en Medio Oriente] en la provisión de la ayuda en Gaza, Cisjordania y toda la región”.
Casi 20 países anunciaron en enero que suspenderían sus aportes a la UNRWA debido a que Israel acusó a una docena de sus empleados de haber participado en los ataques del 7 de octubre en los que Hamas mató a 1.200 personas. Esto dejó a la agencia en una situación crítica.
El viernes, la Comisión Europea anunció que descongelará la semana que viene 50 millones de euros de los 82 que tiene previsto transferir este año a la UNRWA. Si bien la Unión Europea no había llegado a suspender su aporte, sí lo congeló en forma temporal, señaló la agencia Efe. De acuerdo con Europa Press, la Comisión Europea revirtió su decisión teniendo en cuenta que la ONU dio pasos para investigar las acusaciones y adoptar “los compromisos que la Comisión exigió a la UNRWA”. La ONU dispuso una auditoría interna en la agencia y también cesó los contratos de todas las personas acusadas.
El responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo que los 50 millones de euros llegan en un “momento crítico” y servirán para respaldar los esfuerzos “para mantener los servicios vitales y esenciales de los refugiados palestinos en toda la región”.