Las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza comunicaron en su último informe que fueron en total 274 las personas que murieron el sábado, y más de 700 resultaron heridas, en el marco del operativo de las fuerzas israelíes en el que fueron rescatados cuatro rehenes que se encontraban cautivos en territorio gazatí desde el 7 de octubre.
Voceros de Hamas dijeron además que, entre los muertos, hay 64 niños, 57 mujeres y 37 ancianos, y también tres rehenes, uno de los cuales tiene ciudadanía estadounidense, aunque no brindaron más detalles.
Las personas liberadas, Noa Argamani, de 26 años; Almog Meir, de 22; Andréi Kozlov, de 27; y Shlomi Ziv, de 41, habían sido secuestradas el 7 de octubre cuando estaban en la fiesta electrónica Nova, celebrada muy cerca de la frontera con Gaza, que fue uno de los blancos del ataque de Hamas, en el que 1.200 israelíes fueron asesinados.
A medida que pasan las horas, comenzaron a tomar notoriedad pública mayores detalles del rescate israelí que se realizó en Nuseirat, un populoso asentamiento situado en el centro de Gaza, ocho kilómetros al sur de la ciudad de Gaza, la capital del enclave.
La oficina de Relaciones Públicas de Hamas, citada por el diario israelí Haaretz, afirmó que los soldados israelíes que participaron en la operación de rescate entraron en el campo de refugiados de Nuseirat con vehículos civiles, camuflados, haciéndose pasar por refugiados y palestinos desplazados.
Ya dentro del lugar, los soldados sacaron sus armas, fueron hasta dos edificios de apartamentos en los que estaban los rehenes, a 200 metros uno de otro. En su retirada, los militares perpetraron lo que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, calificó como una “masacre” de civiles palestinos y un “baño de sangre”.
En Israel, la liberación de los rehenes, que fue planificada durante semanas, le dio un respiro al primer ministro Benjamín Netanyahu, aunque en Gaza aún están más de 100 rehenes israelíes.
Fue por ello que en la noche del sábado miles de personas salieron a manifestarse en las principales ciudades del país reclamando al gobierno llegar a un acuerdo con Hamas para que todos los cautivos sean liberados, la renuncia del actual primer ministro y la realización de elecciones.
Lo mismo solicitó Benny Gantz, líder de la coalición de centro Unidad Nacional, que este domingo presentó su renuncia al gabinete de guerra que encabeza el líder del Likud.
“Netanyahu nos impide avanzar hacia la verdadera victoria. Por eso abandonamos hoy el gobierno de emergencia, con el corazón apesadumbrado, pero con plena confianza”, dijo Gantz en una conferencia de prensa.
Gantz dijo que “debería haber elecciones que eventualmente establezcan un gobierno que se gane la confianza del pueblo y sea capaz de enfrentar los desafíos”.