Representantes de la derecha de 15 países se reunieron el jueves y viernes en Buenos Aires para participar en el III Encuentro Regional del Foro de Madrid, organizado por Vox. “Los buenos empezamos a estar unidos”, dijo el líder de ese partido español, Santiago Abascal, y agregó que todos ellos están en contra del “neocomunismo, el kirchnerismo, el sanchismo, el crimen organizado que representa el socialismo en el mundo”.
En una declaración final, los participantes manifestaron su expectativa de que Donald Trump gane las elecciones estadounidenses en noviembre, expresaron su apoyo a la oposición venezolana y celebraron el gobierno de Javier Milei en Argentina. Afirmaron que su gobierno “ha dado una lección sobre cómo reactivar la economía y devolver el poder al pueblo, secuestrado durante décadas por las formaciones políticas de la miseria y la resignación”.
El jueves, Milei estuvo a cargo de abrir este encuentro, que se celebró en el Centro Cultural Kirchner, ahora denominado por su gobierno Palacio Libertad. Allí el presidente argentino dijo que “próximamente” defenderá en el Congreso su presupuesto para 2025, enfocado en el equilibrio fiscal, frente a los “degenerados fiscales”, que “están dispuestos a quebrar al Estado” y generar déficit.
Uno de los desafíos recientes que enfrentó esa meta de Milei fue la decisión del Congreso de modificar la fórmula por la que se ajustan las jubilaciones más bajas, con el fin de aumentarlas. Esa ley fue vetada por el presidente argentino, lo que originó protestas de jubilados en las calles, a las que el gobierno respondió con una represión violenta.
Para el jueves se prevén nuevas movilizaciones, en este caso convocadas desde las principales centrales sindicales. Ese día, la Cámara de Diputados tiene previsto tratar el levantamiento del veto, para lo cual se necesita el voto de dos tercios de los legisladores presentes. No está claro si se alcanzará el número de apoyos necesarios, que sería de 172 si no faltara ninguno de los 257 legisladores. Según informó eldiarioAR.com, esto depende de algunos legisladores que están en duda, varios de los cuales responden a distintos gobernadores.
En el foro ultraderechista, Milei afirmó que los diputados quieren aumentar el gasto público en su propio beneficio. “Desde acá se les ven los colmillos”, dijo, y agregó que actuarán de la misma manera frente a su presupuesto “liberal y austero”, que “significa el fin de miles de curros”.
Afirmó que “el partido del Estado no se agota en los políticos y en los contratistas”, sino que también lo integran “los empresarios prebendarios; los periodistas y los medios de comunicación, que hoy son un servicio de propaganda en venta al mejor postor; los sindicalistas que entregan a los trabajadores a cambio de prebendas; los gerentes de la pobreza que administran asistencia social de los más vulnerables”. Dijo que a ellos se suman “los supuestos científicos e intelectuales, que creen que tener una titulación académica los vuelve seres superiores, y, por ende, todos debemos subsidiarles la vocación”.
Milei dijo que quienes lo critican son “ratas inmundas, fracasadas y liliputienses”. Sin embargo, las críticas al presidente persisten.
La Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires afirmó el viernes que su discurso “puso de manifiesto” que el “desmantelamiento” del sector “no tiene que ver con la búsqueda del tan mentado equilibrio fiscal”, sino que “se fundamenta en el más profundo odio hacia las personas que trabajan en el desarrollo científico y tecnológico y hacia el conocimiento basado en evidencia”. Agregó que, “a través de una posición oscurantista con siglos de atraso, el presidente Milei identifica a la comunidad científica y al pensamiento crítico como sus enemigos”.
También dirigentes sindicales advirtieron contra las políticas de Milei. El líder de una de las CTA (Central de Trabajadores de la Argentina), Hugo Yasky, llamó a protestar el jueves contra una política económica que “elevó la indigencia y la pobreza por encima de lo visto durante la pandemia”, y uno de los líderes de la Confederación General del Trabajo, Pablo Moyano, dijo que es necesario “rechazar y resistir los embates del FMI y de este gobierno cachivache”.
“Tragedia inocultable”
A estas críticas se sumó una carta pública de la expresidenta Cristina Fernández, que alude a los nueve meses que lleva Milei en la presidencia. En el texto, titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido”, le reprocha al presidente que aunque se define como “libertario” y contrario al Estado, “no sólo interviene y controla, sino que además decide tres de los cuatro precios fundamentales de la economía”. Afirma que controla el precio del dólar, el del “dinero” (al fijar una tasa de interés) y el del trabajo (con topes para los acuerdos salariales). Agrega que el único valor que liberó fue el de los bienes y servicios.
“Si a esta forma de administrar los cuatro precios de la economía le sumamos el ajuste fiscal de Milei”, que genera “el retiro del Estado de las funciones imprescindibles para la subsistencia misma del país como Nación”, se “produce un combo letal”, afirma la expresidenta.
“En el marco de una economía bimonetaria como es la argentina, ha llevado a una caída brutal de la actividad económica y ha provocado que nuestro país sea hoy más caro en dólares que los países desarrollados del mundo”, dijo. “Esto convierte a la tasa de inflación del 3% o 4% mensual, que Milei y su inefable ministro de Economía [Luis Caputo] quieren hacernos creer que es un éxito, en una verdadera tragedia social al producirse en el marco de una profunda recesión económica”, dijo Fernández. “La tragedia es inocultable, todo está muy mal”, agregó en su carta.
La dirigente dijo que, “una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras”.
Más tarde, durante un discurso que dio en la Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, Milei le respondió. Dijo que la carta de la expresidenta contiene “aberraciones e inconsistencias”, acusó a los gobiernos kirchneristas de maquillar diversos indicadores y le sugirió a Fernández que “empiece a hacer autocrítica”.
Sin embargo, la carta de la expresidenta también incluía ese elemento. En el texto Fernández señala que el peronismo “no advirtió la modificación de las relaciones laborales de la población económicamente activa, donde los trabajadores registrados en la actividad privada no sólo son minoría, sino que además sólo el 40% de ellos está sindicalizado”. Señaló que no se “avanzó sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia” que llevó a que se percibiera “el empleo estatal como un privilegio frente al resto”, y que no impulsó medidas necesarias en educación y seguridad. La expresidenta llamó al peronismo a llevar adelante una reorganización que “permita alinear pensamiento, palabra y acción” para volver a aspirar al gobierno.