En el comienzo de su visita a Medio Oriente, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se entrevistó este domingo con el primer ministro de Israel en Jerusalén.

Rubio, quien tras visitar Israel se trasladará a Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos, tiene como principal objetivo en esta gira promover la propuesta planteada por el presidente estadounidense, Donald Trump, de trasladar a los 2 millones de habitantes de la Franja de Gaza hacia otros países árabes, un plan que numerosos gobiernos y organizaciones de derechos humanos calificaron de ser una limpieza étnica.

En una conferencia de prensa que ofreció de manera conjunta con Benjamin Netanyahu, el alto funcionario estadounidense dijo que respalda plenamente los objetivos bélicos de Israel en la Franja de Gaza y agregó que Hamas “debe ser erradicado”. “El presidente también ha sido muy audaz, no con las mismas ideas cansadas del pasado, sino con algo nuevo”, dijo Rubio a los periodistas sobre la propuesta del magnate republicano.

Por su parte, Netanyahu dijo en el contacto con los medios que Israel está trabajando en “plena” cooperación con Estados Unidos en lo que respecta a su política respecto de Gaza. “Tenemos una estrategia común, y no siempre podemos compartir los detalles con el público, incluso si se abren las puertas del infierno, como seguramente pasará si no liberan a todos nuestros rehenes, hasta el último de ellos”, expresó Netanyahu refiriéndose a Hamas.

El mandatario israelí, al igual que Rubio, también calificó la propuesta de Trump sobre el desplazamiento masivo de los palestinos de Gaza como una “visión audaz” para la Franja y su futuro, y añadió que discutió con Rubio cómo “garantizar que ese futuro se convierta en una realidad”.

De acuerdo a lo que consignó la agencia Reuters, en la conferencia de prensa Netanyahu dijo que a los habitantes de Gaza se les debería dar la opción de abandonar el enclave, si así lo desean. Pero Netanyahu, al mismo tiempo que sostiene la idea de Trump, soporta una enorme presión interna para lograr la liberación de todos los rehenes que siguen en Gaza. En ese sentido, el diario israelí Haaretz informó que el lunes el primer ministro se reunirá con su gabinete de seguridad para discutir las condiciones en las que se implementará la segunda fase de la tregua con Hamas.

Según trascendió, un equipo de negociadores israelíes viajará a El Cairo, la capital de Egipto, donde se reunirán con funcionarios locales, estadounidenses y qataríes, que son quienes vienen oficiando como interlocutores entre las partes, que no tienen diálogo directo.

Pero las tratativas para llegar a un acuerdo con Hamas también tienen una importante resistencia dentro de la extrema derecha israelí. En esa línea, este domingo el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, líder del partido Sionismo Religioso, dijo en una entrevista que los preparativos para el traslado masivo de población en Gaza ya están en marcha.

Mientras esto ocurre, el sábado se produjo el sexto intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, en el marco de la primera fase de la frágil tregua entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza. En esa ocasión, los israelíes liberados entregados a la Cruz Roja fueron el argentino-israelí Iair Horn, el israelí de ascendencia estadounidense Sagui Dekel-Chen y el ruso-israelí Sasha Troufanov. A cambio, horas después fueron excarcelados de prisiones israelíes 369 palestinos.

De acuerdo a lo que detalló la agencia estadounidense Associated Press, 333 de ellos habían sido detenidos luego del ataque del 7 de octubre, aunque ninguno tuvo vinculación alguna con la acción perpetrada por Hamas y otras entidades armadas palestinas.

Otros 36 de los excarcelados habían sido condenados a cadena perpetua por su participación en ataques mortales contra israelíes. Sólo a 12 de ellos se les permitió regresar a sus hogares en la Cisjordania ocupada y en el este de Jerusalén, y los restantes 24 fueron forzados a irse al exilio a otros países árabes.