Las fuerzas rusas comunicaron haber tenido importantes avances militares en la región de Kursk, territorio ruso que fue invadido por el ejército ucraniano en agosto del año pasado.
Informes de Moscú y también de fuentes militares de Kiev confirmaron que en los últimos días los rusos tomaron varias localidades de la provincia rusa en su intento de expulsar a los ucranianos de su territorio, algo que el gobierno de Vladimir Putin considera una misión indispensable para poder iniciar contactos con Ucrania con el objetivo de alcanzar un acuerdo de paz, posibilidad que por el momento todavía se ve algo lejana.
Además de rehacerse con el control de localidades como Staraya Russa, Novaya Sorochina y Malaya Loknya, los rusos, que en Kursk cuentan con el aporte de miles de combatientes provenientes de Corea del Norte, se están acercando rápidamente a la ciudad de Sudzha, que es controlada por los ucranianos desde los días iniciales de la invasión, en el verano boreal del año pasado.
Durante el fin de semana hubo informes no confirmados de que algunos soldados ucranianos habían sido capturados en medio de intensos combates y que muchos combatientes de Kiev se encontraban rodeados por los rusos, que están atacando por varios frentes. Mientras, los rusos están bombardeando de forma constante la ruta de abastecimiento que va de Sudzha hasta la región fronteriza ucraniana de Sumy.
Tras siete meses combatiendo, la semana pasada las tropas rusas y norcoreanas lanzaron una gran ofensiva, poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la suspensión del apoyo militar, la inteligencia y las transmisiones satelitales con Kiev.
En este contexto, este lunes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, será recibido en Riad, la capital de Arabia Saudita, por el príncipe heredero del trono saudí, Mohammed bin Salman.
El martes, una delegación encabezada por Andriy Yermak, jefe de gabinete de Zelenski, se reunirá con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y otros altos funcionarios de la Casa Blanca, pero, según indicaron desde Kiev, el presidente no participará en esta reunión. Este encuentro será el primero entre funcionarios estadounidenses y ucranianos luego del agrio intercambio que tuvieron hace pocos días en la Casa Blanca Trump y Zelenski.
Es probable, de acuerdo a lo que informó el periódico británico The Guardian, que la parte ucraniana proponga un plan de paz esbozado por Zelenski la semana pasada que incluye el cese de los ataques con drones y misiles, así como la suspensión de la actividad militar en el mar Negro. Sin embargo, hasta ahora, ni Putin ni ningún representante del Kremlin mostraron interés en un alto el fuego.
El presidente ruso sí habló de un posible acuerdo, pero bajo condiciones que le convengan, algo que puede ser interpretado como quedarse con todo el territorio ucraniano que llevan conquistado, concesión que Kiev por supuesto no está dispuesto a hacer.
Por su parte, se aguarda que en la reunión del martes los representantes de Washington insistan con avanzar en los detalles del plan de explotación de las tierras raras ucranianas que Trump y Zelenski iban a suscribir hace diez días, cuando se dio su inesperado e insólito cruce televisado.