Una salida diplomática para la guerra entre Rusia y Ucrania que comenzó en febrero de 2022 con la invasión de las tropas de Moscú a territorio ucraniano no parece estar cercana, más allá de las intensas gestiones que vienen siendo lideradas por el presidente estadounidense, Donald Trump, desde que asumió.
En la madrugada del domingo, autoridades ucranianas reportaron un bombardeo nocturno de drones rusos, apenas horas después de que Trump se reuniera con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en la basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, en el marco del funeral del papa Francisco.
Moscú lanzó 149 drones explosivos contra Ucrania, 57 de los cuales fueron interceptados y otros 67 bloqueados, informó la agencia Associated Press. Los ataques causaron la muerte de al menos cuatro personas.
Luego de la reunión de 15 minutos que tuvo con Zelenski, Trump expresó a través de un mensaje que publicó en su cuenta de la red social Truth que comenzaba a cuestionar si el presidente ruso, Vladimir Putin, realmente quería terminar con la guerra. “Me hace pensar que tal vez no quiere detener la guerra”, dijo Trump, quien agregó que Washington consideraría sanciones adicionales contra Rusia.
La conversación de Trump con Zelenski el sábado por la mañana en Roma fue el primer encuentro entre ambos líderes desde su frustrada reunión en la Casa Blanca a fines de febrero. El presidente ucraniano calificó el encuentro en el Vaticano como una “buena reunión”. “Esperamos resultados en todo lo que abordamos”, dijo Zelenski en una publicación hecha luego de la reunión en su cuenta de X. “Proteger la vida de nuestro pueblo. Alto el fuego total e incondicional. Paz segura y duradera que evite que estalle otra guerra”, agregó el presidente ucraniano.
Los ataques del domingo contra Ucrania se produjeron horas después de que Moscú afirmara haber recuperado el control total de la región de Kursk, que las fuerzas ucranianas habían invadido en una incursión sorpresa en agosto del año pasado, aunque funcionarios ucranianos afirmaron que los combates en Kursk continuaban. Paralelamente, este domingo se difundió una entrevista realizada por la cadena CBS con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
El diálogo entre la periodista Margaret Brennan y el jerarca ruso tuvo momentos de tensión, y dejó en claro una vez más la postura inflexible que mantiene Moscú, que con la guerra prácticamente ganada está dispuesto a negociar, aunque sin apuro alguno, las condiciones más favorables para elegir el momento de detener los ataques.
Durante la campaña electoral, Trump afirmó en muchas ocasiones que él pondría fin al conflicto en 24 horas, pero muchas más han pasado y la guerra sigue, lo cual es muy frustrante para el líder republicano.
En la entrevista con CBS, al ser interrogado sobre cómo terminaron las conversaciones del enviado de Trump, Steve Witkoff, en el Kremlin el viernes, Lavrov respondió: “Hay una serie de señales que indican que estamos avanzando en la dirección correcta”.
“¿Witkoff vino a Moscú para coordinar los detalles de la próxima reunión de presidentes?”, le preguntó Brennan a Lavrov, quien replicó: “Siempre abogamos por reunirnos con personas que estén dispuestas a dialogar”. “Somos gente educada. Y, a diferencia de otros, nunca comentamos públicamente lo que se dice durante las negociaciones. De lo contrario, estas negociaciones no son serias”, explicó Lavrov, dejando clara la discreción con la que suele manejarse el Kremlin en general, y más en cuestiones tan delicadas como esta.
“Entendemos la impaciencia”, agregó Lavrov, “porque en la cultura estadounidense se crean expectativas y se genera tensión en torno a ellas. Esto no ayuda a la realpolitik. Pero en nuestro caso, como dije, siempre estamos dispuestos al diálogo, a las negociaciones, y no empezaríamos, como saben, contando con el fracaso. Esto sería característico de los malos negociadores, de los negociadores inexpertos”.
Posteriormente, ante la pregunta de si estaban atacando instalaciones civiles, Lavrov contestó: “Sólo atacamos objetivos militares o instalaciones civiles utilizadas por el ejército. El presidente Putin lo ha expresado en repetidas ocasiones, y esta vez no es diferente. Nunca atacamos deliberadamente instalaciones civiles, a diferencia del régimen de Zelenski”.
Fue entonces que la periodista de CBS le preguntó a Lavrov por el ataque a Kiev de la semana pasada que dejó 14 muertos, todo ellos civiles, dos de ellos niños. “¿Fue entonces un ataque intencional? ¿No fue un error?”, preguntó Brennan. “Si este era un objetivo utilizado por el ejército ucraniano, el ministro de Defensa y los comandantes en el terreno tienen derecho a atacarlos”, respondió parcamente Lavrov.