La situación extrema que viven los habitantes de la Franja de Gaza llevó a que incluso algunos de los países que más respaldaron a Israel en su ofensiva en ese territorio manifiesten ahora su alarma. El canciller alemán, Friedrich Merz, llamó el lunes al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu a no actuar de un modo “que sus mejores amigos no estén dispuestos a aceptar”. Agregó que “hacer sufrir de esta manera a la población civil, como ha ocurrido de forma creciente en los últimos días, es algo que ya no se puede justificar con la lucha contra el terrorismo de Hamas”.
Horas antes, un bombardeo a una escuela había dejado 31 muertos. Desde entonces, se sumaron numerosos ataques similares en una ofensiva que ya mató a más de 54.000 personas.
“En este momento, Europa le está dando carta blanca a Israel. Debemos trabajar por el reconocimiento de un Estado palestino. Si abandonamos Gaza y le damos carta blanca a Israel, arruinaremos nuestra propia credibilidad”, advirtió ayer el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Llamó a la Unión Europea a “endurecer” su posición ante esta situación “insostenible”, si Israel no responde “en las próximas horas y días”, y dijo que reconocer el Estado palestino es tanto un “deber moral” como una “exigencia política”.
El 20 de mayo, Reino Unido, Francia y Canadá emitieron un comunicado en el que pidieron el fin de esta ofensiva “desproporcionada” y advirtieron que, de lo contrario, podrían adoptar “medidas concretas”. También Italia cuestionó los ataques, y 17 países de la Unión Europea llamaron a reconsiderar el Acuerdo de Asociación del bloque con Israel.
El discurso del gobierno israelí desafía estos cuestionamientos. “Ellos reconocerán el Estado palestino sobre el papel y nosotros construiremos el Estado judío-israelí sobre el terreno”, afirmó el ministro de Defensa, el ultraderechista Israel Katz. Prometió construirlo en la Cisjordania ocupada, otro territorio palestino donde Israel aprobó esta semana 22 nuevos asentamientos y legalizó otros.
La Corte Internacional de Justicia señaló en 2024 que la política de asentamientos israelíes es contraria al derecho internacional, y que implica la anexión ilegal de territorios y viola normas contra el desplazamiento forzado de personas, la explotación de los recursos naturales de esos lugares y la imposición allí de leyes israelíes.
El plan de Trump
En conferencia de prensa, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el viernes que Israel y Hamas “están muy cerca de un acuerdo sobre Gaza”. Estados Unidos le presentó a Hamas un plan, aprobado antes por Israel, que apunta a una tregua y a la liberación de rehenes y palestinos presos. Sin embargo, no establece el fin de la ofensiva militar israelí en Gaza ni la retirada del ejército, como exigía Hamas.
El viernes, esta organización estaba consultando con otras facciones palestinas sobre la propuesta, pero uno de sus integrantes, Basem Naim, había manifestado que “no satisface ninguna de las justas y legítimas demandas” que Hamas plantea, como “el cese inmediato de las hostilidades y el fin de la catástrofe humanitaria”.
Para el ministro Katz, “los asesinos de Hamas están obligados a elegir: o aceptan los términos del acuerdo [...] para la liberación de rehenes o serán destruidos”. En la misma línea, según citó la agencia Efe, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, se dirigió públicamente a Netanyahu en su cuenta de Telegram. “Después de que Hamas haya rechazado de nuevo la propuesta de acuerdo, ya no hay más excusas, señor primer ministro”, dijo, y llamó a “usar una fuerza total, sin pestañear, para destruir y matar hasta el último miembro de Hamas”.
”Ayuda como herramienta”
A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí respondió en un comunicado a las palabras del presidente francés. “Continúa la cruzada del presidente Macron contra el Estado judío. Los hechos no le interesan a Macron. No existe bloqueo humanitario. Eso es una mentira descarada”, manifestó. Agregó que Israel “está facilitando la entrada de ayuda a Gaza a través de dos esfuerzos paralelos”, en referencia al ingreso de camiones y la operación a cargo de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, en inglés), creada por Estados Unidos, que emplea a exmilitares y empleados de una empresa de seguridad privada.
Sin embargo, tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como organizaciones sociales que trabajan en Gaza denuncian que la ayuda humanitaria no está llegando. El portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke, dijo que el bloqueo israelí causó que la Franja de Gaza sea “el lugar con más hambre del planeta”. Afirmó que “es la única zona delimitada, un país o un territorio definido dentro de un país, donde la totalidad de la población tiene riesgo de hambruna”.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) calificó como “desastroso” el comienzo de la distribución de alimentos a cargo de la GHF. En un comunicado firmado por su secretario general, Christopher Lockyear, afirmó: “Esta iniciativa parece una cínica estratagema para fingir el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. En la práctica, utiliza la ayuda como herramienta para desplazar a la población por la fuerza, como parte de lo que parece ser una estrategia más amplia de limpieza étnica en la Franja de Gaza. Además de justificar la continuación de una guerra sin límites”.
Agregó que los alimentos son totalmente insuficientes y llegan sólo “a las zonas donde las fuerzas israelíes deciden amontonar a la población”. Los tres puntos de distribución establecidos por la GHF se encuentran en el sur de la Franja de Gaza.
Tanto la ONU como MSF presenciaron saqueos en el reparto, “consecuencia de una sociedad llevada al borde del abismo, cuyo tejido social ha sido destrozado por la violencia y las privaciones incesantes”, según la organización civil. A su vez, Unicef informó que “personas desesperadas buscando algo para alimentar a sus hijos y bebés” asaltaron el miércoles y el jueves tres camiones con comida para esas edades.
Para Hamas, “los mecanismos utilizados para llevar ayuda humanitaria a la Franja constituyen una manipulación criminal de las necesidades humanitarias de civiles inocentes, mediante la manipulación del hambre y su uso como arma para someter la voluntad” de los palestinos.