El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homóloga de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, anunciaron este domingo que llegaron a un acuerdo arancelario después de cuatro meses de duras negociaciones.
El acuerdo implica un arancel base del 15% para la mayoría de las exportaciones de la Unión Europea (UE) al mercado estadounidense, cuando inicialmente Trump había amenazado con imponer una tasa del 30%.
La negociación, sin dudas, significó una victoria para el mandatario estadounidense, porque el acuerdo no será recíproco y, además, Trump y sus colaboradores lograron que la UE acepte comprar energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares e invertir 600.000 millones de dólares más que actualmente en equipamiento militar.
En el marco de las negociaciones entre Washington y el bloque europeo, se mantuvo un arancel de 50% sobre las exportaciones de acero, un duro golpe para la industria siderúrgica europea, y, por el momento, los productos farmacéuticos quedaron excluidos de tasas, aunque en el futuro se les podrían imponer.
Luego del anuncio del acuerdo, que se cerró en el campo de golf y complejo hotelero que Trump posee en la localidad de Turnberry, en Escocia, ambos jerarcas realizaron declaraciones a la prensa en las que afirmaron la importancia del pacto, lo que despejó los temores de una guerra comercial.
“Creo que ambos queríamos llegar a un acuerdo”, expresó Trump luego de darse un apretón de manos con la líder germana. “Esta negociación empezó hace meses, así que sabíamos en qué nos metíamos” y había intención de “llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes”, agregó Trump, de acuerdo a lo que consignó Radio Televisión Española.
Por su parte, Von der Leyen dijo al llegar a Bruselas que el acuerdo alcanzado aporta una necesaria “certidumbre y estabilidad” para las empresas comunitarias. La presidenta de la Comisión Europea destacó el arancel “único” de 15% para “la gran mayoría de las exportaciones de la UE”, por lo que no habrá acumulación de aranceles.
Sobre las millonarias compras de energía, Von der Leyen defendió que dichas adquisiciones servirán para “diversificar las fuentes de suministro y para contribuir a la seguridad energética de Europa”, que está comprometida por el conflicto bélico en Ucrania.
“Reemplazaremos el gas y el petróleo rusos por compras significativas de gas licuado y combustible nuclear estadounidense”, afirmó.
El viernes entran en vigor las nuevas tarifas
Desde Escocia, Trump también comunicó que los nuevos aranceles impuestos a decenas de países comenzarán a regir el 1º de agosto, sin excepciones.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, ya había anticipado que no habría aplazamiento. “No habrá prórroga ni nuevos períodos de gracia. El 1º de agosto, los aranceles se fijarán. Entrarán en vigor. La aduana comenzará a cobrar el dinero”, declaró el funcionario en una entrevista con la cadena Fox.
Uno de los países que más sentirán el impacto de la medida unilateral adoptada por la Casa Blanca será Brasil, cuyos productos tendrán un arancel de 50% en el mercado estadounidense.
Desde que se anunciaron los aranceles, el gobierno brasileño viene intentando negociar con Washington. Sin embargo, según se expresó desde el gobierno que lidera Luiz Inácio Lula da Silva, la comunicación está centralizada con el presidente estadounidense, lo que dificultó el diálogo entre ambos países.