La ley de urgente consideración (LUC) tiene más de 500 artículos. Nosotros estamos planteando la derogación de 135 artículos, en los que nos parece importante que sea la ciudadanía quien decida al respecto.

La LUC es una ley que tiene, como toda propuesta, aspectos positivos y aspectos en los que no estamos de acuerdo. Y cuando digo que no estamos de acuerdo, todos sabemos que se trata de una parte muy importante de la población. Por eso es que nos merecemos, como sociedad, dar la discusión sobre nuestro futuro y el derecho a que sea el pueblo el que se informe y decida sobre estos aspectos tan trascendentales para el futuro del país.

Marcos normativos tan amplios como los que plantea esta ley requieren necesariamente que la gente pueda informarse para opinar, que se pueda generar el debate necesario y que sean los ciudadanos quienes decidan al respecto en un referéndum.

Uruguay tiene una larga tradición de honrar discusiones de gran trascendencia para el país a través de mecanismos de democracia directa por los que nuestro país es bien conocido. Por eso hacemos este especial llamado a todos a votar para que continuemos enriqueciendo nuestra sana costumbre de resolver los asuntos de trascendencia en las urnas.

Especialmente como intendente, como alguien que ha estado cerca de la gestión de la pandemia y sus consecuencias sanitarias, económicas y sociales, la prioridad de muchos ahora no es discutir sobre la LUC. Porque, como lo dijimos antes, lo urgente ahora es la gente. Por eso creemos que más adelante, cuando sí hayamos pasado la peor parte de esta pandemia y acomodemos el cuerpo, podremos generar amplios ámbitos de discusión y análisis sobre esta ley y que, luego de eso, la gente sea quien decida en un referéndum.

Yo llamo a quienes están a favor de la LUC a que también firmen para que habilitemos espacios más democráticos donde podamos ejercer nuestro derecho al debate público sobre los tan relevantes aspectos que incluye esta normativa.

Les llamo sin ánimo de enfrentamiento, sino, por el contrario, apelando al republicanismo y al respeto a la democracia para que sean ellos, quienes apoyan esta ley, los primeros en solicitar que se habilite la oportunidad de que sea el pueblo el que decida.

¿Ha tenido tiempo usted de leer los 135 artículos que planteamos derogar? O siquiera, ¿ha tenido tiempo de informarse sobre los más de 500 artículos de la LUC? Seguramente no, porque esta ley se votó en medio de la peor pandemia que nos haya afectado en el último siglo. Es sensato que más adelante, entre todos, podamos informarnos y decidir.

Se lo planteo directamente a los ciudadanos colorados, a los blancos, a los cabildantes y a los frenteamplistas, ¿Por qué no habilitar una elección para que sea el colectivo quien decida sobre aspectos tan sustanciales?

La LUC cambia ejes en temas estratégicos como seguridad ciudadana, trabajo, transparencia, sistema financiero, privatización de las empresas públicas, y ello amerita un debate nacional profundo porque nos involucra a todos como sociedad.

José Batlle y Ordóñez ya en 1912, cuando era presidente de la República, propuso la inclusión de mecanismos de democracia directa, lo que terminó concretándose en 1917. Decía que dichos mecanismos permitirían hacer coexistir al Estado y a la sociedad en vigilancia mutua.

Más recientemente en la historia, Wilson Ferreira Aldunate, al salir de su detención en Trinidad, departamento de Flores, decía a viva voz: “Toda la historia del Partido Nacional es la historia de comparecer a elecciones”.

Tomando estas voces que aún resuenan, la de Batlle y Ordóñez, la de Wilson, así como la de nuestro querido Liber Seregni, quien siempre nos invitó a pensar en la mañana siguiente, hoy humildemente les pedimos que nos ayuden, desde todos los partidos políticos, a habilitar esta discusión en un referéndum más adelante.

Claramente hay algunos aspectos de la ley que ahora no son prioridad, pero sí lo serán cuando comencemos a salir de esta pandemia y requiramos de algunos instrumentos clave del Estado para poder sacar adelante a nuestra población.

La discusión no es ahora. Se necesitan las firmas ahora para que se vote más adelante sobre el futuro del país. Mientras, sigamos cuidándonos. Lo urgente es la gente.

Andrés Lima es intendente de Salto.