La última Rendición de Cuentas de este período de gobierno nos manda un mensaje claro: más militares y menos educación. El porcentaje de los fondos del Estado destinados al sector militar ha aumentado entre 2020-2023, mientras que el de educación ha bajado.1 Uruguay tiene un gasto militar elevado y un número de militares elevado. El presupuesto de defensa es de 21.000 millones, mientras el de la Universidad de la República (Udelar) es de 17.000 millones (Sipri, 2022). El país tiene 25.000 militares, mientras sólo cuenta con 10.186 docentes universitarios/as.

Los/as docentes de la Udelar atendemos a 156.437 estudiantes en 2023. El número de estudiantes que acceden a la universidad pública ha crecido en los últimos años. Sin embargo, el plantel de docentes y funcionarios se ha estancado. Esto quiere decir que cada docente tiene menos tiempo para dedicarle a cada estudiante. Desde 2014, la relación entre horas docentes por estudiante ha empeorado, y actualmente es de 1,46 horas semanales. Es decir, tenemos grupos más numerosos, menos tiempo para responder preguntas, corregir o dirigir trabajos finales de grado. Esto evidencia que las condiciones laborales y de estudio han empeorado.

Pero el trabajo docente no incluye sólo enseñar, además de docencia realizamos tareas de investigación, extensión y gestión. Estas otras facetas de nuestro trabajo se ven afectadas cuando no hay suficientes docentes para atender el creciente número de estudiantes. A pesar de las difíciles condiciones en las que trabajamos, los/as docentes de la Udelar contribuimos al conocimiento y desarrollamos proyectos para responder a las demandas de nuestra sociedad. En los últimos años hemos constatado cómo docentes e investigadores y creadores culturales de la Udelar fueron reconocidos/as por sus aportes a la ciencia y a las artes. Por ejemplo, docentes de Udelar destacan por sus contribuciones al desarrollo de la ciencia en el mundo, el desarrollo de la internet en Uruguay o por la respuesta y compromiso con la solución de problemas sociales.

A pesar de las importantes contribuciones que los/as trabajadores de la Udelar hemos hecho al país, entre 2020 y 2024 hemos tenido una pérdida salarial de 2%. La Udelar tiene los salarios más bajos de los organismos del Estado y en comparación con el resto de la región. La mayoría de los/as docentes tienen grados bajos y baja carga horaria. Por ejemplo, el salario de una docente grado 1 con 20 horas semanales es $ 19.695 y una docente grado 2 con 20 horas gana $ 26.979. El 65% del cuerpo docente tiene grados 1 y 2 con menos de 20 horas (58% mujeres) por lo que el multiempleo es frecuente.

La Rendición de Cuentas no considera esta situación crítica de la universidad, poniendo en riesgo la sostenibilidad de la calidad de la enseñanza terciaria en el país, ya que la Udelar atiende al 80% de los estudiantes de educación superior, produce 80% de la investigación del país y brinda asistencia sanitaria a gran parte de los usuarios de salud pública. Se dice que no hay recursos y que entonces hay que hacer sacrificios. Sin embargo, en las últimas semanas aparecieron más de 10 millones de dólares extras para responder a los reclamos de aumento de salarios militares. El gobierno dice que la Udelar define su escala salarial, pero es evidente que sin un aumento del presupuesto no tiene fondos para aumentar los salarios. Donde sí hay margen de sobra para algo así es en el Ministerio de Defensa, ya que Uruguay tiene el gasto militar, en relación a su población, más grande de América Latina. El presupuesto con que cuenta la Udelar para el desarrollo de sus 150 carreras de grado, 334 carreras de posgrado, la investigación y la extensión en todo el país equivale tan sólo al déficit de la caja militar. ¡Un presupuesto universitario igual al déficit de una caja! Ni parece normal ni lo es. A esto se suma que la Udelar paga 5 puntos porcentuales más que el Ministerio de Defensa en materia de aportes patronales (aunque no tenga los regímenes de retiro y jubilaciones de privilegio que se tienen en el Ministerio de Defensa). ¿Por qué hay dinero para subir el salario militar y no el salario docente? ¿Es más importante la labor que realizan los militares que la que realizamos los/as docentes? ¿Aportan más los militares al futuro del país y al bienestar de la ciudadanía que lo que contribuyen la Udelar y sus trabajadores?

El presupuesto con que cuenta la Udelar para el desarrollo de sus 150 carreras de grado, 334 carreras de posgrado, la investigación y la extensión en todo el país, equivale tan sólo al déficit de la caja militar.

Esta situación no es noticia ni es nueva, pero a 50 años del golpe de Estado, permite ver con claridad que hay efectos de la dictadura que son deudas democráticas en el presente. Durante la dictadura creció el presupuesto militar y los privilegios en las Fuerzas Armadas, al tiempo que se retrajo el presupuesto universitario, se instaló una prueba de ingreso para restringir el ingreso a la Udelar, y los salarios en general, en particular de las y los trabajadores universitarios, perdieron valor adquisitivo. Hoy es preocupante observar cómo el país continúa dejando de lado a la educación y a la juventud. ¿Qué futuro podemos construir si se compromete el derecho a la educación universitaria? ¿Qué horizontes de futuro tienen los/as jóvenes profesionales, investigadores y docentes en nuestro país si no se puede garantizar un empleo digno? ¿Cómo se puede responder a las múltiples crisis y desafíos del mundo actual sin tener investigación, innovación y creación al servicio del bien público?

Es importante que nuestros/as representantes expliquen en qué basan los criterios para justificar sus decisiones en la asignación de fondos, ya que no parecen estar en sintonía con los de la opinión pública. Una encuesta realizada por la Usina de Percepción Ciudadana entre el 22 y el 26 de setiembre de 2023 revela que la población apoya las demandas por mayor presupuesto para la Udelar y la reversión del atraso salarial de trabajadores/as de la universidad. 84% está de acuerdo con invertir recursos para mejorar la carrera docente. 68% considera que se deberían destinar más recursos para mejorar los salarios docentes y 67% está de acuerdo con dar más presupuesto para contratar más horas docentes en la Udelar. Parece normal que haya una diferencia entre lo que hace la clase política y lo que reclama la población, pero no lo es.

Esta Rendición de Cuentas es la última hasta el próximo período de gobierno, y si no hay cambios, el presupuesto de la Udelar y los salarios docentes quedarán recortados por los siguientes dos años. Los próximos años incluyen elecciones de nuevas autoridades a nivel nacional, departamental y de la universidad, por lo cual esta situación formará parte de esas definiciones. La democracia necesita que quienes nos representan incluyan como prácticas la escucha activa y la generación de oportunidades para que la ciudadanía pueda participar en la decisión de su futuro en vez de que estas decisiones sean determinadas por los intereses de sectores con más poder o por disputas político-partidarias.

No nos da lo mismo que la Rendición de Cuentas nuevamente consagre el recorte del presupuesto universitario y priorice el gasto militar por sobre la educación, por eso luchamos. El Parlamento y el gobierno tienen una oportunidad de revisar su mensaje; si se pudo encontrar dinero para los salarios militares, también se puede encontrar para los salarios de docentes, funcionarios y la Udelar.

Mariana Achugar, Héctor Cancela y Agustín Cano son integrantes de la Comisión Ejecutiva de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR).


  1. Agradecemos a Julián González Guyer por sus comentarios y sugerencias. Ver el trabajo de Julián González Guyer, Rolando Arbesún y Diego Gonnet (2007), donde se hace un análisis histórico de la relación entre políticas públicas, Fuerzas Armadas y sociedad.