En febrero de 2022, los senadores frenteamplistas Mario Bergara y Charles Carrera se presentaron en Fiscalía para ampliar una denuncia sobre el acuerdo del Poder Ejecutivo con la empresa belga Katoen Natie, que extendió hasta 2081 su concesión en el puerto de Montevideo.
Al mes siguiente, Alejandro Astesiano recibió un pedido de reunir, a cambio de dinero, fichas con “todos los datos personales y vinculaciones” de Bergara y Carrera que pudiera conseguir, para personas interesadas en presionarlos a fin de que retiraran la denuncia. Se lo pidió en un chat Marcelo Acuña, gerente de Vertical Skies, una empresa formada por militares retirados, que declaraba prestar servicios de investigación y contar con “más de mil clientes en el sector privado”. Astesiano tenía contactos frecuentes con ella para “ayudarla”, mediante tráfico de influencias, en licitaciones estatales.
Publicamos esta información el 28 de noviembre de 2022. Dos días después, el presidente Luis Lacalle Pou se refirió al asunto en una rueda de prensa y alegó que había quienes afectaban “la institucionalidad” al “dar manija” por intereses partidarios. “Todo el humo que hay –dijo–, todos los pelotazos que hay, estaría bueno que se comprueben”.
“Hay una supuesta investigación o seguimiento a dos legisladores que habría pedido una empresa. Se pide por parte del Frente Amplio que yo sea categórico en rechazar. Hay una supuesta investigación de una empresa privada; si fuera así, es una muy mala señal que sea investigado cualquier dirigente político, cualquier persona, ahora, ¿qué tiene que ver el gobierno?”, arguyó.
Luego se supo que Astesiano, en la mismísima Torre Ejecutiva, le pidió información sobre Carrera a Ricardo Martínez, comisario de Policía, con quien compartía responsabilidades en la custodia de Lacalle Pou, y que Martínez le recomendó que hablara con el entonces jerarca policial Jorge Berriel y con un abogado. No sabemos hasta dónde llegaron las averiguaciones de Astesiano, quien poco después fue detenido.
Acuña reconoció su delito y fue condenado esta semana. Vertical Skies lo había despedido cuando estalló el escándalo y sus directivos afirmaron que actuó por cuenta propia. Acuña sostuvo en el proceso judicial que la solicitud de datos sobre Bergara y Carrera le llegó de otro militar retirado, Mario Fraud, quien negó estar vinculado con el espionaje. A Fraud no se le pudo probar ninguna responsabilidad.
Se comprobó la existencia de un ilícito y el motivo había quedado registrado en el celular de Astesiano, pero no se estableció quién puso en acción a Acuña. El sistema judicial no puede acusar ni condenar sin evidencia, pero no es muy larga la lista de posibles interesados en chantajear para que se dejaran de lado las denuncias contra el Ejecutivo y Katoen Natie.
El 30 de noviembre de 2022, en el diálogo con periodistas, como se citó más arriba, Lacalle Pou dijo que cuando la Justicia fallara él les iba a mandar “un Whatsapp” a “los que hablaron”, para recordarles “los disparates que dijeron” y ver si los sostenían o reconocían que se habían equivocado. Ahora el mensaje vuelve al remitente.