Cecilia Pérez Otero

Dicen que había trancado la puerta de su habitación de hotel, que estaba alerta porque ya habían intentado matarlo más de una vez, que lo envenenaron, que lo electrocutaron o que lo ahorcaron. Pero las informaciones coinciden en que Mahmud al Mabhuh, uno de los fundadores del brazo armado del movimiento islámico palestino Hamas, fue asesinado horas después de llegar a Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, en el hotel en el que se alojó. Una multitud participó el viernes en su entierro.

Cuando Martín Redrado, el presidente del Banco Central argentino destituido por el gobierno, intentó ir a su trabajo el domingo, se encontró con que no lo dejaban entrar. La policía le impidió el paso. Desde su destitución hubo muchas idas y venidas judiciales, y todo indica que puede haber otras.

El FBI difundió una imagen de Bin Laden basada en la foto del dirigente español Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida. Para Gaspar Llamazares, las noticias que aparecen en la prensa española no pueden ser peores que aquéllas de 2008, cuando bajo su liderazgo Izquierda Unida sufrió su peor derrota electoral y el dirigente renunció a su cargo de coordinador general de esa coalición. Pero el viernes, el político nacido hace 52 años en Logroño, se indignó ante esta primicia del diario ABC.

Infidelidades de Bill Clinton fueron un “problema” de campaña para Hillary. El fin de semana, un político que deja pocos temas fuera de su radio de acción, Hugo Chávez, se dedicó a hablar de las telenovelas en su programa Aló presidente. “Les voy a pedir que hagamos telenovelas socialistas, distintas a las capitalistas”, con “contenido social”, como “las de Cuba”, dijo el presidente de Venezuela. Agregó que las producciones locales de este género que defiendan “valores sociales y revolucionarios” contarán con apoyo oficial.

Desde el Vaticano hasta Turquía, la decisión de los suizos de prohibir en su territorio la construcción de nuevos minaretes en templos musulmanes sumó desde el domingo reacciones encontradas. Muchos rechazaron la medida por entender que viola la libertad religiosa y discrimina a los musulmanes, y unos pocos dejaron ver su envidia a los suizos. El caso puso otra vez sobre la mesa el tema del miedo europeo a la “islamización” del continente.