Daniel Carranza

Un “salto de rana” tecnológico (leapfrogging) se da cuando -por ejemplo- un país en vías de desarrollo se “saltea” un paso en el proceso de avance más usual. El Plan Ceibal es seguramente nuestro mejor ejemplo: en un momento en que había enormes debes en la enseñanza de informática en las escuelas, se abandonó casi por completo el concepto de la informática como materia en un salón y un horario aparte para colocar la herramienta en las manos de los alumnos y que se apropiaran de ella, atravesando transversalmente toda la formación. Afortunadamente, la cosa no se queda ahí.

En Uruguay decir “la guerra de las patentes” nos lleva a pensar en inspectores de tránsito en el puente Carrasco, “gestores”, Colonia, Flores y el Congreso de Intendentes. En el mundo entero, sin embargo, suena cada vez más como parte de una preocupante tendencia de las grandes empresas de tecnología a tratar de someter la realidad a sus expectativas mediante litigios.