Cultura
“Quiso tirarse bajo el vagón, pero le fue difícil desprenderse de la cartera, cuyas asas se le enredaron en la mano, impidiéndole ejecutar su idea con aquel vagón. Tuvo que esperar el siguiente. [...] Y en el preciso instante en que ante ella pasaban las ruedas delanteras, Ana lanzó lejos de sí su cartera y, encogiendo la cabeza entre los hombros, se tiró bajo el vagón”. Así, en lo que sigue siendo, quizá, el más famoso suicidio de la literatura mundial, el de Ana Karenina, León Tolstói inserta el detalle de la cartera como último atasco (o, al revés, la última posibilidad de salvación, no aprovechada) y, en cierto sentido, como metáfora del mismo personaje, ya que antes de tirarse, tira el “saquito de viaje” (así se ha traducido al español, en ocasiones, “la cartera de Ana”).