Cultura
La cuestión de si Umberto Eco fue, narrativamente, un autor posmoderno, como se lo “acusó” de ser luego de su primera incursión en la narrativa (tardía, a los 48 años) con "El nombre de la rosa", pierde todo sentido en nuestros tiempos, que todavía no hallaron una etiqueta como aquélla para definirse. Sin embargo, Eco -fallecido a causa de un cáncer el viernes, a los 84 años- había anticipado y luego desarrollado un rasgo fundamental de la posmodernidad: la fluidez para pasar de los tópicos y nombres más serios a los triviales, sin pudor ni encorsetamiento, pero a la vez, y a diferencia de una parte ingente de los posmodernos, sin perder casi nunca su típica claridad y agudeza de análisis.