El presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde; el secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti; el senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech y el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres (Partido Independiente), aceptaron la propuesta que les formuló el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, para conformar una mesa de diálogo. Tras algunos intercambios sobre cuál sería el lugar de encuentro ideal, se acordó que la reunión será el martes en el Parlamento.

Pereira explicó el jueves a la diaria que le interesa conversar en particular sobre el financiamiento de los partidos, sobre el fortalecimiento de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) y sobre episodios que a su entender “dañan la histórica convivencia democrática en Uruguay”. Mencionó como ejemplos de esto lo sucedido con las denuncias contra el senador frenteamplista Charles Carrera, así como “decirles a Chile y a Colombia que son narcoestados”, como hizo la senadora nacionalista Graciela Bianchi. “Si todos vemos ese peligro, más vale tomar las medidas cuando estamos a tiempo de prevenir”, concluyó.

El senador del Movimiento de Participación Popular (MPP) Alejandro Sánchez y el diputado de Fuerza Renovadora Gustavo Olmos valoraron la iniciativa de Pereira.

“Está muy bien lo que está haciendo Fernando. Se está erosionando el clima de relacionamiento político, y sin relacionamiento político es muy difícil tener diálogo político. Un país como Uruguay necesita tener discusiones fuertes, pero tiene que haber una lógica de juego, con determinadas reglas”, alertó Sánchez.

Puso como ejemplo la discusión en torno a la seguridad pública: “Yo me resisto a que la discusión sobre la convivencia en el país sea contar muertos. Critiqué cuando eso lo hacía la derecha, no creo que la izquierda tenga que tener una actitud de esa naturaleza, ponernos a contar cuántos homicidios hay para criticar a Heber. Hay que tener una política distinta de seguridad y convivencia”. Añadió que Uruguay “tiene un activo que es la convivencia” y eso “hay que cuidarlo, porque es como un tobogán que empezás a bajar y a agarrar velocidad, y si no se para a tiempo, vamos a terminar todos en el lodo”. En este sentido, cuestionó a algunos actores del gobierno a quienes calificó como “promotores del odio” y valoró que el país precisa, en cambio, “cierta pacificación, un debate de ideas y no tanto del insulto o del agravio”. “Creo que mucha gente está sintiendo eso, que muchos actores del gobierno lamentablemente están crispando demasiado a la sociedad, y los uruguayos saben que ese no es el camino, porque somos un país pequeño, somos todos primos y primas, y las diferencias las discutimos de otra manera”, sostuvo el legislador del MPP.

Por su parte, Olmos consideró que la iniciativa de la presidencia del FA es “sumamente valiosa” considerando que el clima “suele crisparse”. “Muchas veces el Poder Ejecutivo tiene una actitud un poco de ninguneo hacia el FA, que espero que no sea el caso, y que, eventualmente, [la reunión del martes] sea el primer paso para un diálogo y un acuerdo en algunos temas relevantes”, auguró. Puso como ejemplo la educación y la seguridad, y destacó que tener “una base común y consensuada” entre partidos permitiría que las políticas trasciendan los períodos de gobierno.

Olmos también resaltó la importancia de cuidar la convivencia democrática y cuestionó a “algunos actores políticos relevantes, particularmente en el Senado, que tienen un estilo tan confrontativo que rompen los puentes”, en referencia, entre otros, a Graciela Bianchi. “Creo que es una responsabilidad de todos contribuir a un clima de discrepancia civilizada y no que nos gane la dinámica perversa de las redes, en las que rápidamente se pasa de la discrepancia al insulto”, afirmó.