La delegación uruguaya con Yamandú Orsi a la cabeza regresa este sábado de Nueva York “con buenas sensaciones” después de haber participado de la Asamblea Anual de Naciones Unidas, a la que el canciller uruguayo, Mario Lubetkin, calificó como “compleja”, pero “muy positiva”.

El ministro dialogó con la diaria desde Estados Unidos y, antes que nada, destacó el impacto que el discurso del presidente Yamandú Orsi tuvo a nivel de las delegaciones de América Latina al enviar un mensaje de paz y ofrecerse a “dar una mano” en un momento de alta conflictividad en distintos escenarios del mundo.

Como parte de los contactos realizados, mencionó “el diálogo mantenido con palestinos, con los judíos americanos que tienen mucha fuerza en este tema, y con países que son referencia en la facilitación de negociaciones, como Noruega, Qatar, países del Golfo y Omán”. “Apostamos efectivamente por reforzar la paz en nuestra región y por ofrecer nuestra capacidad de diálogo en otros conflictos a partir del prestigio y la credibilidad que tiene Uruguay”, agregó.

“Mientras otras regiones tienen una actividad muy fuerte con relación a la búsqueda de caminos para escenarios inestables”, reflexionó el ministro, “el presidente Orsi colocó con mucha fuerza el tema de la paz” y expresó el punto de vista de muchos países de América Latina y el Caribe.

Recordó que Uruguay tiene esa tradición y, una vez más, lo dejó planteado “en distintos encuentros bilaterales con los países del Golfo, con Noruega, Finlandia, donde dijimos que podemos dar una mano desde nuestra América Latina a partir de ratificar el hecho de que sigamos siendo zona de paz y desnuclearizada”.

“Ojalá podamos efectivamente ir en ese camino”, expresó el canciller y destacó la adhesión uruguaya a la propuesta “proyectada por Francia y Arabia Saudita con relación a la búsqueda de una hoja de ruta que permita la solución de los dos estados, Israel y Palestina”.

Reforzando esta posición, Lubetkin expresó el viernes en la tarde a través de sus redes sociales que mantuvo una reunión con el embajador de Palestina en las Naciones Unidas, Riad Mansur, “para definir formas de respaldo concreto al acuerdo lanzado por Francia y Arabia Saudita aprobado por 150 países, entre ellos Uruguay, como hoja de ruta hacia los dos estados”.

Por otra parte, el canciller uruguayo consideró que “el multilateralismo es fundamental” para la solución de las diferencias. Además, fijó posición sobre uno de los temas más ríspidos de una Asamblea marcada por el discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien cuestionó el propósito de las Naciones Unidas y su falta de acción en los principales conflictos.

Bajar las tensiones en la región

El ministro uruguayo hizo especial hincapié en que Uruguay le da importancia “primero” a lograr “bajar todas las tensiones que hay en nuestra región” para después “ayudar también, en conjunción con otros actores que están impulsando la paz”, en la solución de los conflictos.

Ahondando en la situación de América Latina, remarcó la posición uruguaya de “reforzar la idea de que la región se siga manteniendo en paz y fuera de los escenarios nucleares”, lo que también fue abordado en distintos intercambios con los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

En relación con las principales preocupaciones que aquejan a los países de la Celac, mencionó “los temas de la salud, energéticos, el desarrollo socioeconómico y el cambio climático”, que será especialmente abordado en la COP30, a realizarse en Belém, en noviembre.

Para el canciller, esta Asamblea de la ONU tuvo una particularidad para Uruguay porque el presidente estuvo acompañado por los ministros de Economía, Relaciones Exteriores, Ambiente y Salud, como muestra de la importancia que se da a los temas que preocupan a la Celac, cuya presidencia asumirá el próximo año.

La visión de los analistas

En la misma sintonía que el canciller, Carlos Luján, doctor en Ciencias Humanas e investigador especializado en la política exterior de Uruguay y la integración regional, y Sebastián Hagobian, magíster en Relaciones Internacionales e integrante del Frente Amplio (FA), destacaron, en diálogo con la diaria, que el gobierno de Uruguay dejó claro, durante la Asamblea General de la ONU, que sigue la tradición histórica de las administraciones frenteamplistas de Tabaré Vázquez y José Mujica al ofrecer al país como un facilitador del diálogo, presentarlo como una democracia estable de consensos y sin intereses creados en los conflictos.

Luján, quien además es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales, destacó que el gobierno uruguayo ha apostado por “aportar a los procesos de paz en general y en Medio Oriente en particular desde la lógica de la mediación”. “Uruguay ha dejado en evidencia el capital que tiene como democracia, país estable, de diálogo y consensos. También pretendió presentar cómo maneja la política pacíficamente para erigirse como un posible mediador, como lo son Qatar, Noruega u otros países que no son grandes potencias y que no tienen intereses creados en las zonas de conflicto”.

“El discurso de Orsi habla desde la perspectiva del Uruguay demócrata, republicano y de las mejores tradiciones de la política exterior del país. Posiciona a Uruguay como Estado de diálogo, que apoya al derecho internacional desde la perspectiva de la solución pacífica de la controversia. A diferencia del gobierno de [Luis] Lacalle Pou, Orsi retorna a las mejores tradiciones de los gobiernos del FA”, afirmó Hagobian.

El integrante del FA recordó a las administraciones de Vázquez cuando ofreció a Uruguay como mediador ante la crisis en Venezuela. “Con este gesto, Orsi muestra a Uruguay como una alternativa a la guerra a través del diálogo. Eso es lo que el país puede aportar desde su prestigio internacional”.

Consultado en qué se diferencia el actual gobierno del anterior, el integrante del FA sostuvo que la administración de Lacalle Pou utilizó la política exterior “para tener discursos a favor de las tribunas electorales en Uruguay y de los aplausos de las derechas del continente”. Por tanto, hay una “diferencia muy grande” entre el actual gobierno y el anterior, debido a que Orsi “no utiliza estos foros como espacios para buscar el aplauso de la interna en Uruguay o de la izquierda continental, sino que lo que pretende es que su país sea parte de la solución y no del problema”.

En la misma sintonía, el analista internacional y asesor presidencial en integración regional Álvaro Padrón destacó en M24 el rol que podría tener Uruguay como mediador en conflictos internacionales. Padrón dijo que la propuesta de Orsi “cayó muy bien” y recordó que el expresidente Mujica participó en las conversaciones de paz por el conflicto interno en Colombia y más adelante contribuyó a facilitar el diálogo en Venezuela durante el segundo gobierno de Vázquez.

Mencionó la posibilidad de que Uruguay pueda ser escenario de negociaciones para la resolución del conflicto entre Israel y Palestina.

Durante su discurso ante la Asamblea General, Orsi destacó a Uruguay como un país democrático y estable, con alternancia pacífica en el poder, respeto a las reglas y compromisos internacionales, y reconocido por su vocación de paz. “Uruguay está en condiciones inmejorables de ofrecerse al mundo como un anfitrión de negociaciones, como promotor de redes de diálogo y mediación que conduzcan a la construcción de la paz y prevención de conflictos”, afirmó.

Lubetkin asegura que el Mercosur está viviendo un “momento particularmente positivo”

Con referencia a las tensiones que existen dentro del Mercosur, principalmente entre el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo argentino, Javier Milei, el canciller indicó que el bloque está viviendo un “momento particularmente positivo” debido a que cada uno de los países está haciendo un “esfuerzo para sumar y no restar”.

“Más allá de la realidad, de las decisiones y de las políticas de cada país, firmamos un acuerdo con EFTA [Asociación Europea de Libre Comercio] y no se entendería la cumbre exitosa de Buenos Aires ni el trabajo que estamos haciendo para que se firme el acuerdo con la Unión Europea”, agregó.

Milei-Trump-Lula

En el marco de la Asamblea anual también hubo otros encuentros que repercuten en la región. Entre otros, Donald Trump, se reunió con Javier Milei y caracterizó al mandatario argentino como “un líder verdaderamente fantástico y poderoso”, al que ofreció “un completo y total respaldo” para su “reelección como presidente”.

Mientras Estados Unidos daba su respaldo a Argentina, se observaron momentos de tensión durante la Asamblea General entre Trump y Luis Inácio Lula da Silva. El presidente brasileño sostuvo que no hay justificación para las medidas “unilaterales y arbitrarias” de Estados Unidos y dijo que existe una “agresión contra la independencia del Poder Judicial [que] es inaceptable”. Lula añadió que “esta injerencia en asuntos internos cuenta con el auxilio de una extrema derecha servil y nostálgica de antiguas hegemonías”.

Posteriormente, Trump afirmó que “a Brasil le está yendo mal y seguirá yéndole mal. Sólo puede irles bien cuando trabajan con nosotros. Sin nosotros, fracasarán, al igual que fracasaron otros”. Pese a dicho enfrentamiento, el mandatario estadounidense dijo que tuvo una “química excelente” con Lula y aseveró que acordaron reunirse la semana que viene.

Al respecto, Luján dijo que la relación entre el presidente de Argentina y su homólogo brasileño debe pensarse de forma “triangular”, incorporando el accionar del mandatario de Estados Unidos. “Tenemos una política arancelaria de parte de Estados Unidos muy agresiva con respecto al mundo en general, pero que inicialmente estaba basada en que había superávit de otros países comerciales y que eso debía ser reducido”, explicó.

El experto sostuvo que ese no es el caso de Brasil, pero que, sin embargo, Trump colocó un 50% de aranceles en función de temas de “política interna que ni siquiera hacen al gobierno, sino al Poder Judicial, como fue la condena y encarcelamiento domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro”.

“Ahí hay un tema muy complejo. Por otro lado, Trump tiene una relación específica, particular, con Milei. El presidente argentino necesita el apoyo del Departamento del Tesoro, directamente con fondos o con mayor presión de Estados Unidos sobre los organismos internacionales de crédito, para poder hacer funcionar su economía. Por un lado, hay intereses económicos y, por otro lado, hay afinidades ideológicas de Trump con Milei, en la medida en que forma parte de lo que los académicos han llamado la Internacional Reaccionaria”, afirmó.

Consultado sobre cómo esa tensión puede incidir en el Mercosur, Luján sostuvo que este contexto lleva a “acuerdos muy mínimos” y que los vínculos sean en temas comerciales. El especialista destacó el hecho de que Uruguay pueda tener un rol para contribuir a impulsar puentes dentro del Mercosur a pesar del escenario de tensión. Remarcó el hecho de que el gobierno pueda tener “conversaciones asertivas” para poder impulsar “acuerdos claves”.

En la misma línea, Hagobian sostuvo que la relación entre Milei y Lula seguirá siendo “fría y protocolar”, sobre todo porque ambos países “se precisan en materia de comercio”. En ese marco, Uruguay tiene un “rol importante” a la hora de construir puentes entre ambos presidentes y dentro del Mercosur, indicó.

“Es una característica del presidente, es un gobierno que tiene comprobadas maneras de generar y tender puentes de diálogo. El problema es que efectivamente ese diálogo exista y que haya necesidad o voluntad de diálogo. Hasta ahora, no hay una voluntad más allá de lo protocolar”, agregó.

Candidatura de Bachelet

Mientras acontecía la Asamblea General, los cancilleres de la Celac dijeron en un comunicado conjunto el miércoles que el próximo secretario general de la ONU debe ser de la región en aplicación del principio de “balance geográfico equitativo” y para “fortalecer la diversidad”.

En ese marco, el presidente chileno Gabriel Boric presentó oficialmente la candidatura de la expresidenta Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) a la secretaría general de la ONU.

Hagobian consideró que la candidatura de Bachelet es “potente” y definió a la exmandataria chilena como una persona “cercana y querida por Uruguay”. “Hay una visión moderna y progresista de Bachelet a la hora de trabajar en ámbitos internacionales. Por lo tanto, no tengo muchas dudas de que Uruguay la va a apoyar. Sería también un hecho histórico tener la primera mujer gobernando en las Naciones Unidas”, reflexionó.

Consultado sobre si Bachelet podría conseguir los apoyos de todos los países de Sudamérica, Hagobian dijo que sería “complejo” debido a que Argentina votará por el candidato de Estados Unidos y Venezuela ha tenido “chisporroteos muy grandes” con la exmandataria chilena cuando fue alta comisionada para los derechos humanos.

Por su parte, Luján consideró que sería un hecho histórico poder tener una secretaria general de la ONU, ya que nunca una mujer ostentó dicho cargo. “Es un personaje muy reconocido y valorado en la región. No tengo información, por supuesto; tendería a pensar que seguramente va a recibir el apoyo del gobierno uruguayo por tener visiones compartidas de cómo se debe revitalizar y refundar de alguna forma a las Naciones Unidas”, indicó.

Consultado sobre si los países latinoamericanos podrían unificar su postura para apoyar la candidatura de Bachelet, sostuvo que dependerá “mucho” del candidato que proponga Estados Unidos.

En los últimos meses, también han sonado los nombres de la exvicepresidenta de Costa Rica Rebeca Grynspan y el de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. La ONU nunca ha tenido una secretaria general mujer y sólo un latinoamericano lideró dicho puesto: el peruano Javier Pérez de Cuéllar (1982-1991).

Uruguay quiere un latinoamericano al frente de la ONU

Sin dar nombres ni mayores detalles, el ministro Lubetkin remarcó que durante las reuniones que el gobierno uruguayo mantuvo con jerarcas latinoamericanos se ratificó el deseo de que el futuro secretario general de Naciones Unidas provenga de la región.

“Tomamos el compromiso de trabajar en esa dirección, ojalá encontremos el mejor candidato o candidata que nos represente a todos y ojalá se logre un consenso de los grandes actores mundiales para que algo que hoy es un sueño, que un latinoamericano esté a cargo de la organización más importante a nivel mundial de gobernabilidad, se transforme en realidad”, afirmó.

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