El comisionado parlamentario penitenciario analizó el caso y concluye que “debió haber estar internado en un servicio especializado de atención de salud mental, apropiado para su afectación”
Tenía una patología psiquiátrica severa y una discapacidad mental. En su condena se plantea que tenía bachillerato completo, pero Marcelo no sabía ni escribir su nombre