Cultura
Una cabeza
Fue impactante -tenía 47 años-, pero no sorpresivo: cuando se conoció la noticia de la muerte de Gustavo Escanlar, el viernes por la mañana, ya se sabía desde hacía un día que estaba internado en condición muy delicada. Pero además, sus anteriores problemas de salud habían sido ampliamente publicitados, tanto por indiscreciones periodísticas como por la propia labor de Escanlar, que hizo de los excesos y de la exposición personal uno de los ejes de su personaje mediático.