El antiintelectualismo es el puente anclado entre el neofascismo y el neoliberalismo y la barbarie. Los intelectuales son miembros de la resistencia a revivir el irracionalismo.
La institucionalización del bukelismo no solamente reemplaza la institucionalidad del país por un organigrama personal a mano del presidente, sino que acentúa en exceso la desarticulación de la sociedad salvadoreña.
Nuestro país necesita abordar los principales desafíos mundiales, cuestiones que trascienden las fronteras nacionales. Recientemente nuestro Parlamento aprobó leyes y resoluciones que van en esa sintonía.
Los maravillosos avances tecnológicos que se produjeron en materia de comunicación social suelen ser considerados como consecuencias casi automáticas de los progresos científicos, pero esto es un grueso error.
La profesión médica debe estar a la altura de las circunstancias, vigilante, nunca consintiendo, resistiendo. Pero también debe estarlo el resto de la sociedad que hoy se empeña en mirar a un costado.
¿Es posible el escalamiento agroecológico sin que las corporaciones del alimento perviertan y los intereses meramente financieros se adueñen del proceso?
Una conclusión justa sería la de concebir la paz colombiana como una paz incumplida. Una paz que ha encontrado en el actual gobierno de Iván Duque, en sus estertores, un saboteador de manual.
Dos de las dimensiones que afectan la calidad de vida de las familias migrantes, y que fueron señaladas como críticas por parte de los entrevistados, son el empleo y la vivienda.
La elección virtual, al no ser presencial, genera varios inconvenientes, algunos técnicos y otros que pueden generar acomodos, quitándole transparencia a la elección.