El concurso de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande invitaba a diseñar y construir una maqueta de “La casa del futuro”, una casa con todas las comodidades de un hogar y planificada en base al uso responsable de la energía eléctrica, utilizando materiales amigables con el medio ambiente y nuevas tecnologías. Durante el año técnicos de Salto Grande realizan talleres para todos los 6º años de las escuelas urbanas y para todas las escuelas rurales del departamento, luego los escolares visitan la represa y el año cierra con el concurso, al que este año se presentaron 22 equipos: 14 proyectos fueron presentados por escuelas urbanas y ocho por escuelas rurales.

Todos los equipos tuvieron que presentar su investigación, la maqueta –que debía ser interactiva–, y defenderla ante el jurado. Ayer todos los equipos fueron invitados a Salto Grande para la premiación, que implicó una jornada con actividades recreativas. El primer premio del concurso para las escuelas rurales fue para la 24, de Corralito, y entre las urbanas fue para la escuela 11, Víctor Lima, del barrio Saladero. Las escuelas se llevan un aporte económico para destinar a paseos de fin de año u obras en el centro, y además se ganan un día en el Parque Acuático de Salto Grande. El segundo premio entre las rurales fue para el agrupamiento conformado por las escuelas rurales 83 de la Colonia Rubio del Instituto Nacional de Colonización, la 36 de Sauce Chico y la 108 de Paso Fialho, y para las urbanas fue para la escuela 31 en la colonia 18 de Julio. El tercer puesto entre las rurales fue para la escuela 20 de Pueblo Quintana, que está a más de 200 kilómetros de la ciudad de Salto, y entre las urbanas para la escuela 127. Más allá de los premios, todos los participantes se llevan algún reconocimiento, contó Irene Radcenco, encargada de Relaciones Públicas de Salto Grande.

Agrupadas

La escuela rural 83, de la Colonia Rubio del Instituto Nacional de Colonización, presentó un trabajo en conjunto con las escuelas rurales 36 de Sauce Chico y la 108 de Paso Fialho, que están separadas por entre 40 y 50 kilómetros de distancia. Las tres escuelas tienen únicamente un maestro –que ejerce también como director–, y nuclean en total a 20 niños (diez alumnos de la 83, cinco de la 36 y otros cinco de la 108), que cursan desde educación inicial hasta sexto año. Con su casa del futuro obtuvieron el segundo premio en el concurso. “Nuestra propuesta fue una casa autosustentable, con energía eólica y solar”, explicó la directora y maestra de la escuela 83, Mary Rossi. Las paredes fueron construidas con botellas de vidrio y cubiertas de autos, y la casa cuenta con un sistema de recolección del agua de lluvia, con un biodigestor para la generación de gas, un calentador de agua solar y un horno solar. Además, la casa se construyó sobre una plataforma oscilante, de forma de que pueda seguir el movimiento del sol y asegurar el máximo uso de este como fuente de energía. El concurso, asegura el proyecto, “ha sido el gatillo para iniciar una reflexión, investigación y posible factor de cambio cultural en pos de mejorar la calidad de vida a través de una actitud responsable con el ambiente, que redunda en un ahorro económico”.

La maestra explicó que en este proyecto se pusieron en práctica investigaciones que se habían llevado a cabo en años anteriores, y que en la defensa del proyecto, a los alumnos –que se presentaron con el nombre grupal Pichones Energéticos– les fue “muy bien”. Hace varios años que la escuela 83 se presenta al concurso, que sirve como excusa para “planificar y trabajar los conceptos que se proponen cada año, además de para trabajar en agrupamiento con las otras escuelas”. Con este motivo tienen varias instancias de encuentro entre las tres escuelas, en las que distribuyen las tareas y se van mostrando los avances, contó Rossi a la diaria. La maestra explicó que los niños “adquieren los conceptos de acuerdo a su nivel”, pero aseguró que “todos son capaces de explicar qué hicimos y por qué lo hicimos”.