Sofía

Hoy marchamos por una ley integral para personas trans. Día a día militamos por la diversidad, la vivimos, la reivindicamos y tomamos las calles para visibilizarnos. La diversidad es lucha porque los logros alcanzados son victorias del movimiento social organizado. Diversidad es Resistencia porque nuestros cuerpos son marcados todos los días por las violencias físicas y simbólicas del sistema capitalista cis-hetero-patriarcal. ¡Ni un paso atrás en derechos! Somos lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, afrodescendientes, personas con discapacidad, personas seropositivas, migrantes. Somos feministas, jóvenes, viejas y viejos, mujeres, varones, queers. ¡Esta marcha es enteramente organizada por el movimiento social! Es la síntesis de las luchas que cotidianamente emprendemos con amor, compromiso y mucho esfuerzo.

Señalamos y repudiamos las prácticas represivas y autoritarias que aún ejercen los Estados: la violencia bajo la excusa de mantener el orden público, las desapariciones forzosas que se perpetúan bajo la impunidad del silencio en nuestras democracias. Preguntamos con profundo dolor: ¿Dónde está Santiago Maldonado? Exigimos su aparición con vida porque no somos indiferentes. Así como todos los 20 de mayo recordamos los nombres de nuestros familiares, hoy volvemos a gritar: ¡Nunca más terrorismo de Estado! ¡Memoria, verdad y justicia!

Karina

A las personas trans y travestis nos siguen negando el derecho a un trabajo digno. Basta de explotación sexual, basta de violencia transfóbica. ¡Seguimos reclamando justicia por los seis casos de compañeras trans asesinadas que siguen impunes! Exigimos que se apruebe y se implemente la Ley Integral para personas trans de forma inmediata. Porque reconoce nuestras identidades, toma nuestras demandas y nos otorga garantías en derechos.

Este movimiento social dice: ¡Basta de machismo! Cientos de miles marchamos contra este sistema machista el pasado 8 de marzo. Nos preguntamos: ¿Dónde está Mili? ¡Basta de desapariciones! ¡Basta de femicidios! Sabemos que no es sólo aumentando penas que se combate la violencia. Necesitamos respuestas responsables del Estado, herramientas para la prevención y el acompañamiento.

Delfina

Denunciar las prácticas raciales hegemónicas no es un capricho. Este sistema ampara, protege y justifica constantemente las prácticas racistas. No basta con acciones afirmativas, ¡exigimos justicia a los casos de violencia racista sin resolver!

Repudiamos el avance del fundamentalismo reaccionario en Uruguay y en toda la región, que instala una estrategia que busca derribar toda la agenda de derechos, demonizando nuestras identidades bajo la etiqueta del “pecado”, poniendo en peligro las conquistas logradas por los movimientos sociales.

Exigimos al Estado que elimine los subsidios económicos y derogue todos los convenios firmados con centros religiosos que con su “prédica” incumplen las leyes antidiscriminatorias.

Basta de interferencias del sistema capitalista y neoliberal en nuestra política de drogas relacionadas con la regulación de la marihuana. La regulación del cannabis es una conquista del movimiento social. Es inaceptable que la banca internacional viole nuestra soberanía nacional y pase por arriba a una ley que busca terminar con el narcotráfico.