Twitter se pronuncia ante polémica Bien veníamos anunciando que Twitter es la red social de mayor polémica. La “trama rusa” lo tuvo en el ojo de la tormenta, y albergar un personaje como Donald Trump no es tan fácil como parece. A raíz de un tuit del presidente estadounidense en el que se medía con su par norcoreano sobre la guerra nuclear, se abrió un debate acalorado sobre si Trump violó o no la normativa de Twitter sobre las amenazas y la glorificación de la violencia. Claro que la última palabra del debate la tiene la red social, por lo que Twitter emitió un comunicado en el que dio a entender que no bloquearía la cuenta de un líder mundial, a pesar de que esté efectivamente quebrando la normativa.

Tampoco es que las reglas de Twitter sean del todo claras: “No puedes hacer amenazas violentas concretas ni expresar el deseo de que una persona o un grupo de personas sufran daños físicos graves, enfermedades o la muerte. Consideramos amenazas violentas las declaraciones explícitas en las que se exprese la intención de matar o infligir daños físicos graves a otra persona. Consideramos glorificación de la violencia los comportamientos que condonan o celebran la violencia (o a sus perpetradores) de modo tal que pueda fomentar la reproducción de dichos actos”. Basados en esto, los internautas y analistas se dividen entre si Trump abusa de la normativa perpetuando amenazas que sólo él puede respaldar con hechos –dudo que el resto de los mortales tenga una bomba nuclear en el patio–, si es una política militar de disuasión nuclear poco ortodoxa o si es producto de un posible infantilismo por parte del magnate.

El tuit de Trump que encendió la red fue el siguiente: el líder norcoreano Kim Jong-un declaró que “el botón nuclear está en su escritorio todo el tiempo”. A esto, Trump reaccionó: “¿Podría alguien de su agotado y famélico régimen por favor informarle que yo también tengo un botón nuclear? Pero el mío es mucho más grande y más poderoso que el suyo, ¡y además funciona!”.

En respuesta al acalorado debate, Twitter expresó su postura: “Los líderes mundiales electos juegan un rol crítico en esta conversación, porque su impacto es descomunal en nuestra sociedad. Bloquear a un líder mundial de Twitter o remover sus tuits controvertidos podría implicar esconder información importante que la gente debería poder ver y debatir. No sólo silenciaría a ese líder, también impediría una necesaria discusión acerca de sus palabras y sus actos”.