“Hemos trabajado fuerte”, sostuvo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, al anunciar ayer que el gobierno japonés finalmente dio la autorización para que ingrese carne fresca uruguaya al país. También consideró que, siendo que Japón es un país “demandante y exigente”, el permiso se interpreta como un “aval al trabajo que estamos haciendo todos los uruguayos”. En este sentido, y como secretario de Estado, prometió asumir “el compromiso de defender esto de la mejor manera posible”.

Las negociaciones terminan tras un largo proceso de idas y vueltas. Comenzó en 2009 con la visita oficial del presidente Tabaré Vázquez –en su primer mandato– a ese país, y desde entonces varias delegaciones de técnicos han visitado nuestro país para evaluar el riesgo sanitario que implica el ingreso de carne uruguaya a Japón.

Finalmente, el jueves el Comité de Sanidad Animal del Consejo de Política para Alimentación, Agricultura y Zona Rural nipón coincidió de forma unánime en que no hay ningún inconveniente para la importación de carne bovina de Uruguay; ahora se espera la notificación oficial, así como establecer los requisitos sanitarios entre ambos servicios y el intercambio de los certificados sanitarios de importación.

El embajador de Japón en Uruguay, Tatsuhiro Shindo, dijo sentirse “muy satisfecho” por esta decisión. Por su parte, el canciller Rodolfo Nin Novoa volvió a insistir con la integración de nuestro país a tratados multilaterales, en particular al Tratado de Asociación Transpacífico (TTP, por su sigla en inglés): “Nosotros vamos a pagar 38% de aranceles y nuestros principales competidores en Oceanía comienzan con un proceso de desgravación por TPP que va a terminar en 9%”, justificó.

Consultado por las potenciales ventas, Benech sostuvo que no se pueden cuantificar aún porque hay que “esperar a que se empiecen a hacer negocios”.