El Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu) cuenta con un espacio de desarrollo para generar nuevas empresas. Está ubicado en el Parque Tecnológico de Eventos del Latu, es la primera “incubadora de empresas del país” y una de las cuatro que reciben apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), según explicó a la diaria el director de Ingenio, Rafael García Moreira.

Fundada en 2001, funciona a partir de un convenio entre el Banco Interamericano de Desarrollo y el Latu, y cuenta con el apoyo académico de la Universidad ORT.

En la actualidad, trabaja especialmente en la promoción de aplicaciones informáticas. Un ejemplo: un programa que toma fotografías desde el aire con un dron en el cartel de Montevideo ubicado en la rambla, pensado como atracción turística. “Eso genera doble fuente de trabajo, para quien vende la aplicación y para el conductor del dron”, graficó García. Otro ejemplo son los robots educativos que luego funcionaron en el marco del Plan Ceibal.

Los emprendedores tienden a ser jóvenes, y en su mayoría son hombres. “Son muy pocas las mujeres que participan”, reconoce el director de Ingenio. “Hay una tendencia a que los estudiantes y graduados de Ingeniería sean hombres, es algo que no nos gusta y nos gustaría cambiar”, agregó.

La ANII financia investigaciones mediante proyectos, a través de becas de posgrados de carácter nacional e internacional y sistemas para generar la cultura innovadora y el emprendedurismo, a nivel público y privado. Desde Ingenio se asesoran a estos emprendimientos para que luego se postulen en mejores condiciones ante los fondos de financiamiento; por ejemplo, para acceder al “capital semilla” que otorga la ANII.

Las compañías deben ser “innovadoras, rentables y escalables”. Una vez definido el proyecto tecnológico, se debe pensar en un contexto de originalidad, respetando las cuatro condiciones: “Ser innovador, dinámico, exportable, y escalable en recursos humanos”.

La incubación de la empresa comienza luego de que el equipo emprendedor se registra en un formulario web que está disponible todo el año. A partir de eso, queda sujeto al Comité de Selección que cada dos meses se reúne para evaluar los proyectos que solicitaron el ingreso a Ingenio. Luego se concreta una entrevista con el coordinador de proyectos “para ensayar la presentación ante el Comité de Selección”.

Esta presentación ante el Comité dura diez minutos y después se abre una instancia de preguntas de otros 20 minutos. La selección final la realizan el director de la incubadora, los miembros de instituciones colaboradoras, empresarios, y graduados.

“Se evalúan la motivación, la capacidad técnica, el liderazgo, la ética y los valores, el grado de innovación, el impacto, el potencial de crecimiento, el potencial de generación de empleos y el foco exportador, entre otros”, detalla García.

Una vez seleccionado, el emprendimiento comienza un proceso de incubación que dura un año, en el que trabajan desde una oficina equipada, con salas de reuniones y espacios de interacción. “Esto sucede dentro del ecosistema tecnológico y emprendedor más grande del país: el Parque Tecnológico del Latu”, agrega el director de Ingenio, que desde su fundación ha incubado cerca de 150 emprendimientos. Estos, en contrapartida y por el uso de las instalaciones, aportan una cuota mensual de 7.306 pesos, IVA incluido. El sistema emprendedor, según García, se ha ido enriqueciendo en estos años con la consolidación de eventos de diferente tipo, como los Concursos Nacionales de Videojuegos, Startup Weekend, Lean Startup Machine, Jornadas de Innovación, Game Jam, cursos de Plan de Negocios y Marketing para emprendedores, entre otros.