Standard & Poor’s. Manhattan, Nueva York. Marzo de 2019.

John Berisford (JB): Señora Arbeleche, como le venía explicando, las decisiones que tomamos están basadas en los informes de nuestros propios analistas.

Azucena Arbeleche (AA): Sí, lo sé. Pero mire que yo di clases en la Universidad de Montevideo. Es una institución de primer nivel de Uruguay. Prácticamente de élite. Con gente... ¿Cómo podría decirle...? Linda. ¿Me entiende?

JB: No mucho.

AA: Es que en Uruguay durante décadas hubo una especie de monopolio de la universidad estatal, y allí la gente no es tan... linda. ¿Me explico?

JB: La verdad es que no.

AA: Es un poco complicado lo que pasa. Pero bueno, no nos desviemos del tema. Lo que nos convoca aquí es lo del grado inversor. Yo entiendo que desde el exterior Uruguay se ve como un país gobernado por un régimen cuasi chavista, cuyo manejo irresponsable de la economía hace que sus cuentas públicas sean una bomba de tiempo. Pero créame, la situación va a cambiar, así que, por favor, no nos saquen el grado inversor.

JB: No pensábamos sacárselo.

AA: Astori es un político responsable, pero está maniatado por los radicales de izquierda de su partido. Es comprensible que ustedes duden de la capacidad de Uruguay de hacer frente a sus obligaciones.

JB: No dudamos. Pero, además, ¿Astori no es de derecha?

AA: No, él es de izquierda. Nosotros somos de derecha. Pero ellos van a perder el poder. Por eso le digo, no tiene sentido que nos bajen la calificación ahora, porque dentro de pocos meses vamos a estar nosotros en el poder, y seguramente la recuperaríamos.

JB: No pensábamos bajarla.

***

Fitch Ratings. Manhattan, Nueva York. Mayo de 219.

Paul Taylor (PT): ¿Gusta un café, señora Arbeleche?

Azucena Arbeleche (AA): No, gracias.

PT: ¿Y una leche chocolatada para su hijo?

AA: No, no es mi hijo. Es Luis Lacalle Pou, el futuro presidente de los uruguayos. Pero no toma nada, no se preocupe.

PT: Bueno, usted me estaba diciendo que su partido quiere que le bajemos el grado inversor a Uruguay.

AA: No, no. Al contrario. Queremos que lo mantenga.

PT: No entiendo bien. ¿No me decía que el gobierno uruguayo es marxista y populista y que no entiende las leyes del mercado?

AA: Sí, pero ya se les acaba, se les termina la joda. Se va, se van, se vaaaaaannnn...

PT: ¿Se siente bien?

AA: Perdón, soy un poco pasional a veces.

PT: No se preocupe, comprendo. Los latinos son así.

AA: No, no, yo no soy latina. En mi partido no hay latinos. En el partido de gobierno hay latinos.

PT: ¿Pero cómo, ustedes no son uruguayos? Estamos hablando del pequeño país sudamericano, ¿verdad?

AA: Sí, claro. Pero en Uruguay hay gente que mira hacia Latinoamérica, pero después hay otra gente que mira hacia Europa y Estados Unidos. Esa sería la gente... Cómo decirlo... Linda. ¿Se entiende?

PT: No mucho. En todo caso, y volviendo al tema de la reunión, lamento decirle que no vamos a hacerle caso a su pedido de bajarle el grado inversor a Uruguay.

AA: ¡Mantenerlo!

PT: Sí, lo que sea. Buenas tardes. Y la felicito por su hijo, se porta muy bien.

***

Moody’s. Manhattan, Nueva York. Junio de 2019.

Raymond McDaniel (RM): Señora Arbeleche, nuestros analistas llegaron a la conclusión de que debemos mantener el grado inversor a Uruguay.

Azucena Arbeleche (AA): Es comprensible su postura, porque mi país es chico y no aparece mucho en las noticias, pero créame que estamos gobernados por una versión sudamericana de Fidel Castro.

RM: No sabía que era tan así la cosa.

AA: Hoy en día es más seguro invertir en Cuba que en Uruguay.

RM: Caramba.

AA: Creo que una emisión de deuda de Siria tiene más chances de cumplimiento que una de Uruguay.

RM: La situación es preocupante entonces. Quizás debemos pedirles a nuestros analistas que revean la calificación uruguaya.

AA: No, no, por favor, no nos bajen la calificación.

RM: (¿?) Señora, retírese por favor. No tengo tiempo para bromas.