José A. González: Coronel Gavazzo, ¿usted participó en asesinatos y desapariciones durante el gobierno cívico-militar?

José Gavazzo: Efectivamente.

José A. González: ¿Está seguro? ¿No quiere pensar mejor su respuesta?

José Gavazzo: No, para nada.

José A. González: ¿Y si se toma unos minutos para reflexionar antes de responder? Tráiganle un cafecito al coronel.

José Gavazzo: No, nada de cafecito. No hay nada que reflexionar. Yo soy un represor con todas las letras.

Gustavo Fajardo: Coronel Gavazzo, usted es una persona entrada en años, y con la edad los recuerdos tienden a alterarse. Estas cosas pasaron hace muchos años. Si quiere, podemos sacar de las actas sus respuestas, y luego de que haga memoria incluimos las nuevas respuestas.

Coronel Gavazzo: Estoy perfecto de la memoria, me acuerdo de todo.

Alfredo Erramún: Coronel, ¿usted está familiarizado con los recuerdos implantados?

José Gavazzo: Sí.

Alfredo Erramún: Bueno, le voy a explicar en qué consisten.

José Gavazzo: No es necesario. Sé lo que son y le aseguro que no es el caso.

Alfredo Erramún: Se los voy a explicar igual. Se trata de falsos recuerdos, que alguien implantó en el cerebro del interrogado para que crea que vivió situaciones que en realidad nunca ocurrieron. ¿Seguro que no quiere revisar su testimonio?

José Gavazzo: Seguro.

José Mujica: Este señor está muy viejito, ya no sabe ni lo que dice. Llévenlo al asilo y hagan de cuenta que no dijo nada.

José Gavazzo: ¿Y usted está acá en condición de qué?

José Mujica: Los tupamaros tenemos un lugar permanente en todos los tribunales militares. Mire, Gavazzo, como juez vitalicio de los tribunales, le pido desde el fondo del alma que no ande admitiendo por ahí que mató gente.

José Gavazzo: Lo que digo es verdad, y además, estoy orgulloso de ello.

José Mujica: Pero la pucha, esto con el Ñato Fernández Huidobro no pasaba.

José A. González: No se venga abajo de esta manera, señor Mujica. La gente hace lo que puede.

Alfredo Erramún: Nos estamos desviando del tema principal. Acá tenemos un problema, y es que un coronel se empeña en mentir y enlodar el honor de las Fuerzas Armadas. Yo propongo que sigamos con el interrogatorio y, una vez concluido, quememos las actas para destruir el falso testimonio del coronel Gavazzo.

José Gavazzo: No es falso.

José A. González: La única manera de que lleguemos a la verdad en este tema es hacer un careo con otro testigo. Por favor pase, señor Julio María Sanguinetti. Señor Sanguinetti, el coronel Gavazzo afirma que durante el gobierno cívico-militar mató, torturó y desapareció subversivos. ¿Usted lo ve posible?

Julio María Sanguinetti: Hay que ver las cosas desde la perspectiva de aquel momento. El Uruguay, otrora un país próspero y pacífico, se encontraba en un estado de conmoción interna por la irrupción de los tupamaros. Eran unos jóvenes iluminados que con su violencia mesiánica vinieron a socavar las bases de la tradición liberal de nuestra república.

José Gavazzo: No dé más vueltas, conteste sí o no a la pregunta.

José A. González: Señor Gavazzo, los jueces acá somos nosotros. Creo que el testimonio del señor Sanguinetti es más que elocuente, y demostró que las cosas que usted dice que pasaron, nunca pasaron. Se levanta la sesión. Y no se olviden de quemar estas actas.