Para Pablo Pinocho Routin hay una diferencia clara entre hacer un cover y una versión. El primero toma una canción tal cual es, con sus arreglos originales, se elige la tonalidad en la que a uno le queda mejor para cantar y listo. En cambio, para él, versionar es buscarle la vuelta al ritmo original de la canción, para llevarla a otro lado, jugar con la instrumentación y también con su estructura, cambiando piezas de lugar, dejando como estaban sólo a la melodía y la letra. Con este concepto en la cabeza es que Routin se presentará por primera vez junto con Sara Sabah, en el marco del ciclo Cuerdas –que va por su segunda edición–, el jueves a las 21.00 en la sala Hugo Balzo del Auditorio del SODRE (con entradas por Tickantel a $ 500 y 2x1 para suscriptores de la diaria).

Routin cuenta que en el espectáculo tanto él como Sabah tendrán sus momentos cantando temas solos así como algún espacio entre los dos. Además, los acompañarán Nicolás Parrillo y Pablo Leites (percusión), Gerardo Alonso (bajo), Gonzalo Durán y Martín Ibarra (guitarras). “Vamos a hacer versiones de canciones de autores uruguayos contemporáneos. Temas nuestros no hay muchos, uno o dos, porque elegimos hacer un repertorio como intérpretes”, cuenta el músico. En la lista de autores que interpretarán están Papina de Palma, Jaime Roos, Roberto Davin y Edú Pitufo Lombardo, entre otros. Para elegir el repertorio se basaron en dos premisas. La primera y más básica fue, por supuesto, que se tratara de canciones que tuvieran ganas de cantar y que les gustaran, y la otra era que fueran posibles de versionar, siguiendo el concepto explicado un párrafo más arriba. Porque –dice Routin– hay temas a los que no se les encuentra la forma para hacerles algo nuevo o diferente. Una versión “bien diferente” de la original es la que Sabah, junto con Ibarra, harán de “Carta a poste restante”, de Roos. “Es una belleza cómo la fueron pensando y creando. Y es una canción que ya en sí misma es una maravilla”, valora Routin.

“El espectáculo está recostado en la canción popular, con la impronta del universo de cada uno, porque venimos de lugares bien diferentes en cuanto a la estética del canto y demás, entonces, es una oportunidad para ambos de encontrar una cosa en el medio. Poder cantar juntos no significa solamente intentar afinar y hacer un arreglo de voces, es mucho más que eso; es encontrar una sintonía y un feeling a la hora de interpretar en el escenario”, dice Routin.

“Intérprete” es la palabra clave que repite el músico, ya que en el último tiempo está completamente enfocado en interpretar canciones de otros, porque le había comenzado a generar “hastío” interpretar su propio repertorio. “Cantar temas de otros autores te permite otra subjetividad, que está buenísima y, por otra parte, elegís las canciones que más te gustan y eso hace que funcionen con el público de una manera especial”, agrega. Routin no sabe cuánto va a durar esta nueva etapa; pueden ser unos meses o mucho tiempo, ya que por ahora no tiene “una sola línea escrita” y ni una melodía como para cultivar material nuevo –su último disco con canciones originales fue Corazón, de 2014–. “Supongo que en algún momento vendrá un empujón. Hay épocas en que uno no siente que tenga muchas cosas para decir. Obvio que si aparece alguna idea, la guardo y queda ahí, esperando, pero estoy más enfocado en esto de poder interpretar canciones de otros autores, que también llevan su tiempo y su elaboración. Como dijo alguna vez Laura Canoura: en Uruguay parece que los intérpretes fueran una categoría menor, que si no tenés tus canciones, esa cosa de cantautor, que está bárbara... El ejemplo es Brasil, donde hay un montón de cantantes populares y exitosos y que hacen shows con materiales creados por otras personas”, observa el músico.

En cuanto al carnaval, Routin dice que está “con un pie adentro y uno afuera”, ya que no se plantea subir al escenario. Por ahora, se encargará de la puesta en escena, la dirección artística y los libretos de la murga sanducera Jardín del Pueblo. “Tengo material de sobra, y estoy entusiasmado, porque desde 2017 que no escribo. Esos vacíos que se generan te fortalecen, porque te renuevan las ganas”, sentencia.