Nueva Zelanda | Este fue en realidad el país donde se originó la pandemia, ya que el virus apareció primero en los koalas y de allí pasó a los humanos. Los neozelandeses lo llevaron a China en sus viajes para comprar remeras piratas de los All Blacks, una actividad virtualmente vedada en su país porque quienes lo hacen se arriesgan a recibir una paliza por parte de los temibles rugbiers. Para cuando la epidemia empezó a extenderse por el mundo, los neozelandeses ya habían conseguido la inmunización colectiva.

Japón | En el país del sol naciente la circulación del virus se detuvo gracias a que los ciudadanos que presentan síntomas prefieren suicidarse antes que sufrir la humillación por haber fallado en sus intentos por no contagiarse. De todas maneras, el número real de muertos por coronavirus no se sabe a ciencia cierta, ya que los médicos que realizan la autopsia de estos casos son reticentes a establecer la covid-19 como causa de muerte y generalmente se inclinan por “herida de katana en el abdomen”.

Alemania | Las medidas adoptadas por Angela Merkel para contener la pandemia fueron tan polémicas como efectivas. Convencida de que el distanciamiento social es la clave para evitar los contagios, la canciller alemana decidió impulsar esta práctica con apoyo del ejército nazi de reserva que el país tiene “por las dudas” desde 1945. La obligatoriedad de utilizar una insignia en la solapa para los portadores del virus y el confinamiento de los enfermos en grandes campos de prisioneros son sólo algunas de las medidas que, de no haberse recurrido a los reservistas nazis, hubieran sido impracticables.

Finlandia | Este país altamente tecnificado identificó los riesgos de una pandemia hace más de dos décadas y comenzó una estrategia de preparación. Esta consistía en inmunizar a todos los finlandeses con inyecciones de un compuesto derivado de la pasta de celulosa. Como la cantidad de este producto que se necesitaba para poner en marcha este ambicioso plan era tan grande, Finlandia decidió instalar pasteras en varios países del planeta. Para lograrlo ofreció a varios funcionarios gubernamentales locales una dosis de la inyección a cambio de que dieran un apoyo entusiasta a la instalación de las plantas.

King’s Landing | Si bien no se trata propiamente de un país, sino de una ciudad estado, los números de contagios allí son sorprendentemente bajos. Es que el nuevo coronavirus es especialmente sensible a las altas temperaturas y muere a los 70 grados centígrados. La esterilización con dragones que realizó Daenerys Targaryen hace algunos meses dejó a King’s Landing virtualmente libre de coronavirus. Lo que sí está aún presente es la polémica de si esta medida sanitaria justificaba el número de víctimas que produjo la incursión de la blonda aspirante al Trono de Hierro. Ser Bronn de Aguasnegras, Consejero de la Moneda, no dudó en afirmar que la desinfección en caliente “fue necesaria para mantener la economía andando”.

Kamchatka | La nación asiática logró mantenerse a salvo de la enfermedad gracias a que apostó todas sus fichas a defender sus fronteras para evitar incursiones desde países vecinos. Pero la tarea no está siendo nada fácil, ya que el Plan Táctico y Estratégico de la Guerra contra el Coronavirus está dejando al país indefenso ante otras amenazas. En un emotivo mensaje televisado dirigido a los kamchatquenses, un apesadumbrado primer ministro reconoció que “ante el ensañamiento que están demostrando nuestros vecinos y la inusitada frecuencia de sus embates para entrar en nuestro territorio, no tengo más remedio que pensar que Albert Einstein se equivocó cuando dijo que Dios no juega a los dados con el universo”.