El Ministerio del Interior compareció ante la Comisión de Seguimiento del Sistema Carcelario de la Asamblea General y, entre múltiples temas, se habló acerca de las medidas no privativas de libertad.

Luis Alberto Heber, ministro del Interior, dijo que la Oficina de Supervisión de Libertad Asistida (OSLA) está “desbordada”. En Uruguay hay casi 15.000 personas con penas alternativas a la prisión. Según la información aportada en la comisión, 10.000 se han presentado en la OSLA y 4.700 no, y, por ende, se desconoce si cumplieron o no la medida aplicada por la Justicia como pena.

Heber explicó que en la OSLA hay 19 funcionarios para supervisar a las 10.000 personas que están en la órbita de la oficina. “A esos 10.000 hay que agregarles 4.700 que están en una situación de limbo producto de que no tenemos recursos humanos para fiscalizar las penas alternativas y no se han presentado en la OSLA”, dijo Heber, y agregó: “Por lo tanto, no sabemos si cumplieron o no las penas o si el día de mañana el juez, frente al incumplimiento, determina otro tipo de pena”.

El ministro del Interior señaló que “en la teoría” a todos “nos gustaría que fuera de una manera”, y que “en el papel esta tarea se podría hacer”, pero “lo cierto es que debemos adoptar alguna acción decidida para transformar la OSLA en algo que realmente pueda cumplir el rol de supervisar las penas alternativas que establece la Justicia”, porque la realidad es que no tiene el personal suficiente para llevar esta tarea adelante. “Con 19 funcionarios no puede hacer ese trabajo”, enfatizó, según consta en la versión taquigráfica.

“Nuestro problema es que no tenemos personal suficiente como para cumplir la tarea. Estamos en momentos en los que tenemos restricciones. Quizá en otra instancia de rendición de cuentas o buscando otros mecanismos se puedan generar vacantes”, manifestó Heber.

El ministro del Interior indicó que se hizo “un trabajo” en el edificio que aloja la Caja Policial, frente al Ministerio del Interior, y allí “tenemos un lugar donde vamos a poner un centro de monitoreo para las personas privadas de libertad que tienen penas de prisión domiciliaria”. También aseguró que se contará con “un lugar propio del Instituto Nacional de Rehabilitación [INR] para monitorear las tobilleras que tiene el sistema de prisión domiciliaria –con el aparato en su domicilio–, de modo tal de poder advertir si está incumpliendo con la pena de prisión domiciliaria”.

Heber explicó que la OSLA, además, “tiene la tarea de fiscalizar las salidas transitorias y los trabajos comunitarios”, por eso “inauguramos un centro de monitoreo y se está seleccionando personal para que pueda hacer la vigilancia; necesitamos personal para vigilar, porque no lo tenemos. Hay que generar las vacantes suficientes, por eso mi desesperación por las vacantes y por la cantidad de gente que se certifica en el ministerio”. “Estoy necesitando mucha gente para cumplir una misión realmente importante y permanentemente se están certificando policías que muchas veces trabajan afuera”, lamentó el ministro. También se refirió a los pases en comisión de policías que restan personal al Ministerio del Interior: “No saben lo que me cuesta firmarlos”. “Cada vez que me piden una comisión es para mí un enojo; lo hago, pero con enojo”, afirmó.

Meta: “conseguir” 131 vacantes policiales para la OSLA

En la OSLA trabajan operadores penitenciarios y policías. Durante su intervención, Heber habló sobre las vacantes policiales y dejó de lado el rol civil en esta oficina. El ministro del Interior citó “mediciones internacionales” que plantean que para monitorear medidas alternativas se necesita un funcionario cada 50 personas. En este escenario, la OSLA debería contar con un mínimo de 300 personas, cuando tiene en su plantilla 19 trabajadores. Heber dijo también que hay “tesis” que plantean que se necesita un funcionario cada 20 personas. El ministro lamentó que actualmente la relación sea de un funcionario cada casi 800 personas.

La meta del Ministerio del Interior es conseguir 131 vacantes para que la OSLA pueda tener 150 funcionarios. “Con esas 150 –podría hacer la cuenta– estaríamos pensando en menos de 100 para cada funcionario”, afirmó, y aseguró que “este es un desafío de gestión que tenemos en estos meses, en este año y por delante”. “Nos autoimponemos esta situación; ojalá podamos conseguir 131 vacantes para llevarlas a la OSLA y así cumplir con esta instancia, que para mí es importante: tratar de revertir esto y que cada funcionario, en vez de tener a su cargo 700 u 800 personas que están cumpliendo penas alternativas, pueda tener menos de 100”.

Policías certificados

Heber dijo que “aspira a poder conseguir las vacantes suficientes entre las 4.700 personas que se certifican anualmente”. Indicó que “este es un tema de gestión”, pero que “la nueva oportunidad” va a ser recién en la próxima Rendición de Cuentas, que empezará a regir a partir del 1º de enero de 2022. “Yo no puedo esperar”, señaló el ministro.

“Por lo tanto, buscaremos la forma de apretar, porque a nuestro juicio es de enorme deslealtad el policía que se certifica en forma reiterada, haciendo un vicio de esta situación y recargando al policía que trabaja en la calle o a aquel que necesitamos en el INR”, aseguró. Y enfatizó: “Vamos a ser muy duros –es importante que lo diga aquí en la comisión; ya lo he dicho en varios lugares– con aquellos que estafan un derecho que es bueno y necesario, porque la acción policial implica mucho estrés y muchas veces problemas psicológicos que comprendemos y amparamos. Pero comprender una situación de estrés y de problemas psicológicos por participar en hechos violentos en los que inevitablemente tienen que participar –preparamos a los policías en nuestras escuelas para enfrentar estos hechos– no significa aceptar que tengamos gente con estrés permanente después de años de estar en una situación de certificación”.

Para Heber, “aquel que usa esto en forma permanente para ausentarse y recargar el trabajo de los policías que no se estresan ni tienen problemas psicológicos, que están trabajando día y noche en procura de darnos seguridad, se está aprovechando de un derecho de amparo a un trabajo de mucho riesgo, mucho problema y gran tensión”. “Entonces, ahí está el lugar”, dijo. “Preciso muchas vacantes para patrullar, para estar con más presencia policial en las calles, y también las preciso en el INR y en la OSLA”.

Jerarquizar la OSLA

Desde el Ministerio del Interior analizan “jerarquizar la OSLA”, “que no sea una oficina, sino una subdirección o una dirección”. Heber afirmó que “estamos viendo cuál es la mejor forma –todavía no lo tenemos decidido– para la jerarquización de esa oficina, que, producto de la enorme tarea que tiene que hacer, adquiere una importancia relevante”. Para el ministro del Interior, recién ahí “podemos hablar de si el sistema penal uruguayo tiene o no posibilidades de buscar penas alternativas”.