El Desfile de Escuelas de Samba llenó la noche de música, colores y alegría

Bajo amenaza de lluvia comenzó minutos después de las 21.00 el desfile de las Escuelas de Samba por la avenida 18 de julio, desde Andes hasta la plaza Libertad. Para los conjuntos, esta noche se comenzó a gestar hace casi un año y llegó tras meses de ensayo y varias noches en vela para producir carros, trajes, carteles, figuras gigantes, maquillajes y gestión.

Las escuelas de samba, por definición, cuentan una historia con sus espectáculos. Están divididas en alas y cada una narra una parte de la trama (enredo), que se completa al ver desfilar a todo el conjunto. Las temáticas atraviesan todos los elementos visuales, narrativos y musicales que componen el espectáculo.

Cada escuela está integrada por una comisión de frente (que realiza una coreografía que introduce el tema), alegorías y accesorios (carros alegóricos y esculturas de diferentes materiales con figuras alusivas a la trama), alas de baile, cuerpo de bahianas, mestre y portabandera, portaestandarte, destaque, reina de batería, madrina de batería, passista femenina, passista masculino, fantasía y batería.

Por cada ala hay una persona encargada de mantener el orden, que avanza por el borde de la calle y da indicaciones constantemente para que el todo mantenga armonía, tarea titánica teniendo en cuenta que en cada escuela hay entre 200 y 300 personas. La batería tiene un coordinador por tipo de instrumento y un director general. Además, con la escuela avanzan varias personas que realizan tareas de organización y articulación, y las directoras o directores.

Las escuelas bailaron, cantaron y tocaron sin parar durante la hora que le llevó a cada una completar el recorrido. Entre la salida de una y otra se pautó un espacio de media hora para evitar superposiciones.

Abrió el desfile Urusamba, que llevó en su carro alegórico una gran máscara de colores. Hubo bailarines y bailarinas con trajes amarillos y rojos con calaveras, bahianas de violeta y dorado, la batería (que representó a los guerreros del arcoiris) tocó de blanco con franjas de colores en la ropa y el maquillaje; y el carro final dio el mensaje de renacimiento: la victoria del arcoiris.

Cristina Pereira, integrante de la escuela, contó a la diaria que “al barrio y a la gente le gusta” que el conjunto exista en el territorio. Aseguró, además, que para este desfile buscaron “que haya amor, armonía, mucho color y felicidad para toda la gente”.

Las veredas estaban repletas, la gente del público gritaba, aplaudía y bailaba a medida que las escuelas desfilaban. Alison y Florencia, dos seguidoras de la escuela Unidos do Norte, viajaron a Montevideo para ver el desfile por 18 de julio. Dijeron que “la preparación [de las escuelas] es muy dura, hay mucho trabajo” y se alegraron por la cantidad de gente que asistió.

A las 21.50, ante la inminencia de la lluvia, Pablo Barletta, gerente de Festejos y Espectáculos de la Intendencia de Montevideo (IM), recorrió la avenida para asegurarse de que las escuelas avanzaran con celeridad para ganarle a la lluvia.

En segundo lugar desfiló Imperatriz, con esculturas de animales y trajes azules, verdes, amarillos, celestes, terracotas, blancos. Victor González, coordinador y directivo de la escuela, relató a la diaria que el tema del espectáculo de este año es nuestra misión es preservar: “Vamos a hablar del cuidado del medioambiente, la naturaleza y resaltar Uruguay como país natural. Empieza el desfile con agua, fauna, flora, mostramos la contaminación del medioambiente y destacamos el suelo uruguayo con nuestra passista, que representa la pradera, nuestra reina de batería, que representa uno de los productos más exportados del país, la naranja, y la batería, que viene de agricultores. Atrás de la batería, el último sector representa las energías renovables con un segundo carro más tecnológico”.

González resaltó la diversidad de edades en las escuelas de samba: “pueden salir desde los cinco años, eso está de más. Nuestra ala de bahianas tiene una mayoría de más de 60 años, son 12 mujeres que forman parte de la comunidad. Es un espacio de mucha integración que se vive en familia”.

La inclusión, la apertura y la diversidad son características en las escuelas de samba. No importa la edad, la identidad de género, la raza ni el cuerpo; el único requisito obligado es salir a la calle y dejar el cuerpo, la sonrisa y el alma en el desfile.

A las 23.00 comenzó a chispear, pero la fiesta no paró. Desfiló en tercer lugar Unidos do Norte. Juan González, director de batería, contó a la diaria que la propuesta de este año se basa en los milagros de la virgen Aparecida, la advocación mariana patrona de Brasil. El espectáculo se pensó con “mucho brillo, mucho color”. “Esperamos dar un buen show, la escuela está contenta”, dijo González antes del arranque. Avanzaron por 18 de julio con el blanco como color predominante, con elementos celestes, dorados, rojos y anaranjados en las cruces que emularon hábitos religiosos católicos, y hubo un leopardo gigante en el carro que abrió el desfile.

Siguió Embaixadores da Alegría con el enredo, el dorado fantástico, color que predominó en el espectáculo. Los trajes de esta escuela tenían la mayor variedad de colores y las tonalidades más intensas de amarillos, violetas, azules, verdes, rosados, rojos. Tuvo pájaros guardianes, passistas amazonas, una representación gigante de un leopardo arriba de un cocodrilo y figuras de víboras amarillas en las espaldas de algunos integrantes.

Los seis miembros del jurado caminaron constantemente hacia arriba y abajo para poder apreciar los elementos musicales, visuales y de danza de las escuelas. Katia Ribeiro se tomó unos minutos mientras observaba a los conjuntos para decirle a la diaria que este es “un carnaval alegre” y “se nota que las personas y las escuelas se esfuerzan para hacer un gran espectáculo”, “Eso es muy importante”, consideró.

Además de Ribeiro, integraron el jurado Luiz Roberto Dos Santos, Tânia Beatríz Dos Santos, Carlos Roberto Costa, Iracema Alves y Víctor Hugo Silva. Los fallos se van a dar a conocer en la tarde de este sábado a partir de las 15.00 en la IM.

Entre el público hubo muchas personas con remeras y banderas de los diferentes conjuntos. El trabajo colaborativo, la autogestión, el apoyo familiar y comunitario sostienen a las escuelas de samba, que requieren grandes inversiones de tiempo y dinero y cuentan con pocos apoyos externos.

Ya sin lluvia desfiló Complejo do Samba, que llegó para hacer preguntas con su enredo ¿cuál es la cuestión?. Cada ala se planteó una interrogante “que el ser humano se ha planteado a lo largo de la historia”. Su paso por 18 de julio llenó la calle de tonos tierra, verdes, telas con estampados de leopardo, carros con alegorías de hombres con alas, hombres-leopardo. Los trajes negros de la batería contaron con las explosiones de color de las otras alas.

Luego pasó G.R.E.S Asabranca, que abordó también el tema de la raza humana, “de la conjunción de los elementos y de África, cuna negra”, y desplegó en el desfile telas con estampados de motivos animales y elementos naturales, homenajes a poblaciones africanas con representaciones en las alas de baile y polleras con plumas de todos los colores del arcoiris.

Y de nuevo comenzó a llover, pero ni el agua ni el viento fueron lo suficientemente fuertes como para frenar el desfile. La penúltima escuela en desfilar fue Imperio Preto e Branco, que se presentó con motivos tropicales, grandes flores silvestres, representaciones de camaleones, bahianas vestidas como grandes mariposas multicolores, trajes exuberantes con colores pastel. Al final del recorrido recibieron al conjunto con fuegos artificiales.

Ricardinho Rodríguez, de Porto Alegre, fue invitado por quinto año a participar con la escuela y dijo a la diaria que “fue un desfile muy disfrutable”. “Es maravillosa la energía, estoy muy feliz. En carnaval todas las cosas son bonitas y la gente disfruta del espectáculo”, añadió.

Pasada la medianoche comenzó a desfilar la última escuela de samba, Barrio Cerrito, campeona en 2022, con su enredo la fe que mueve montañas. A lo largo del recorrido desplegó los conceptos de peregrinación, los secretos de la fe, las principales religiones de la humanidad, la espiritualidad y el vínculo milenario entre el hombre y lo divino. La comisión de frente realizó una representación en movimiento de la crucifixión de Jesús.

Sandro Mezquita, integrante de la escuela, dijo a la diaria, emocionado al terminar el desfile: “Se trabajó todo el año para esto, cumplimos, la escuela está hermosa, mi miedo era el tiempo y lo logramos”. Opinó que la organización “se supera año a año” y deseó que la IM “apoye más a las escuelas, se lo merecen, dejan el alma en la cancha para superarse día a día, ojalá se apueste más a esta cultura”.

Bajo una fina llovizna terminó el Desfile de Escuelas de Samba 2023. El ambiente de fiesta que se vivió durante toda la noche se parece a la esencia de los primeros carnavales del siglo XIX: una noche para transgredir las normas de vestimenta y comportamiento impuestas, una fiesta del cuerpo y el alma.

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