La integración regional no deberá ser únicamente económica, deberá ser de múltiples, variados y espesos intercambios culturales y de conocimiento de los vecinos regionales y de autoconocimiento más profundo y de manera sistemática en todas las variedades del quehacer humano: humanístico, artístico, científico, etcétera.
Lo peor de esta trama es que nadie se hace responsable políticamente (ya hay voces del oficialismo que lo están reclamando), así como nadie asume que colocaron en un lugar estratégico a una persona como Alejandro Astesiano.
Hasta el cerco mediático se va angostando y no pueden negar que se trata de enormes actos de corrupción que le hacen un daño inmenso a la democracia y a todo el país.
No parece absurdo pensar que para lograr que la mayoría de la sociedad acepte esta política de corte autoritario se esté tejiendo una línea política de confrontación directa con el movimiento popular.
Es imposible no tener presente que lo que sucede en los dos países vecinos influye en nuestro país, porque las derechas continentales actúan de manera coordinada.
Al mismo tiempo que en algunas zonas las balas pueden venir de cualquier lado, se levantan cada día nuevos barrios privados con todas las seguridades y servicios.
Sin dudas que la educación deberá concordar con un nuevo proyecto político que se plasmará en el futuro. Pero, como decía el mismo Rebellato, no hay que esperar a que todo cambie para intentar hacer algo hoy.
Me llama la atención que no exista casi interés por estudiar y conocer sobre el Ejército uruguayo. En los últimos 50 años ha tenido una participación por momentos relevante y central en nuestro país.
Ya en el hoy lejano 2019 se planteaba que este gobierno tenía en su composición rasgos fascistizantes. Los hechos y la realidad lo vienen demostrando, lamentablemente. Algunos se están convenciendo de esto. Bienvenidos.
Deberíamos ser cautos y pacientes a la hora de examinar lo sucedido el domingo. Porque el resultado del domingo viene de más atrás (tiene una historia) y tendrá un futuro (incierto y para nada definido de antemano).
Los defensores del No no están seguros de su victoria. Todo lo contrario, están dudando de ella. Por eso están usando (¿abusando?) de todos los medios que da el gobierno para apoyar su proyecto.
El gobierno de turno tiene la siguiente ilusión: todo el país debe “funcionar” como estos departamentos del norte, en donde el orden es el de los sectores dominantes.
La experiencia vivida durante 2021 con la recolección de firmas no permitió obtener mucha experiencia a los gobernantes de turno. Las voces y los reclamos no se pueden ocultar.
El futuro para los que buscan cambiar la realidad de raíz, para los que buscan la igualdad y que se extinga la explotación entre los seres humanos parece estar cada vez más lejano. Y si se afina la mirada, el futuro está más cerca de ser una catástrofe (científicos lo han anunciado) que un mundo mejor para todos.
Parece necesario desterrar la idea de tener un debate serio con los defensores de esta ley. No les interesa. Su posición es la inercia del sistema establecido.
Intentan intimidar a los opositores a ese proyecto conservador, persiguiendo y acusando a personas y a organizaciones populares, pidiendo la intervención para censurar su accionar libre.