“Nos equivocamos. Lo sentimos y no vamos a desplegar los cambios en las tasas”. Así comienza el artículo más leído en el blog de Patreon, la plataforma de financiación colectiva que busca prescindir de intermediarios financieros. Patreon es muy popular entre los youtubers, dibujantes y diferentes artistas que buscan la sustentabilidad por vía directa con sus fanáticos.

En una iniciativa que pareció provenir de una buena intención, Patreon presentó su cambio en las tasas como un aspecto positivo para los creadores de contenido dentro de la plataforma: la nueva normativa pretendía estandarizar los costos de transacción –que son variables, provienen de terceros como PayPal y se le cobran al creador–. Patreon quiso normalizarlo estableciendo un costo de 2,9% para cada pago, más 35 centavos a los mecenas (como se les conoce a los donadores). Con estas implementaciones, la plataforma buscaba que el porcentaje de recaudación de los creadores pasara de 80%-88% variable a 95% fijo, con el que se pregonaba la estabilidad para los artistas.

No hizo falta más que un día para que los creadores mostraran su descontento. La razón es simple: la mayoría de las aportaciones en Patreon son las mínimas, es decir, de un dólar. Este tipo de pagos, realizados por múltiples usuarios, son los que representan el grueso de los ingresos de quienes eligen la plataforma. Los aportes mínimos le permiten al donante estar actualizado con lo que su creador favorito hace, colaborando a su vez con su causa.

Las donaciones más grandes son para aquellos que quieren material exclusivo o algún tipo de privilegio de los distintos artistas. Por ende, este cambio de tasas afecta los pagos más pequeños, gravando los aportes de 1 dólar a 1,38, lo que supone un aumento sustancial y un motivo para el abandono por parte de los mecenas. Ante el problema, Patreon dio marcha atrás, pero prometió rever y modificar las tasas actuales en los próximos meses.