“Blonde versus Ipa: ¿de qué lado estás?”, provoca desde las redes la organización de la cuarta Beer Fest, que hoy vuelve desde las 14.00 al Velódromo Municipal. Llevan unas 2.500 entradas vendidas en Abitab, donde cuestan $ 750 (se paga $ 950 en la puerta); con ellas viene una ticketera con diez degustaciones –ocho guiadas, o sea, que indican en qué cervecería se pueden canjear, y dos libres– además de la copa de la fiesta, que aparte de quedar como recuerdo, es indispensable para ir por los puestos probando las novedades.
Néstor Pocho Bettinelli, de Shelter Patio Cervecero e integrante de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Uruguay, que coproduce la fiesta junto a la Doble Cinco, adelanta que, como es habitual, durante la jornada las marcas aprovechan para mostrar sus últimas creaciones. Esta vez se podrán degustar algunas que volvieron con medallas de un reciente concurso realizado en Ecuador, como la EPA de Chela Brandon, la stout de Oliver o la ginger ale de Wayna. Será una edición en la cual la afianzada Davok dará a conocer en sociedad su presentación en lata (si bien hace algún tiempo que se consigue en plaza); en breve Oso Pardo, que hoy llevará una triple IPA, también optará por ese envase.
El año pasado consiguieron reunir a unas 4.000 personas, lo que indica un consumo fuerte, de igual cantidad en litros, sólo por las ticketeras de la entrada, lo que puede subir hasta los 5.000 y 6.000 litros durante el evento. Si el tiempo acompaña, aspiran a que esta vez pasen por el Velódromo hasta 5.000 amantes de la cerveza. “El leitmotiv es nuclear a consumidores y productores para celebrar esta movida, lo que hacemos todo el año en nuestros bares, en nuestras cervecerías, para disfrutar de 12 horas de armonía, música, comida y que presenten ediciones limitadas. Esa es un poco la onda”, remarcó el cervecero. “Tuve una reunión con Bomberos y me preguntaban cómo manejamos la violencia. Increíblemente, nunca pasa nada, porque no es un producto que se tome en demasía, la gente no viene a matarse”.
Atendiendo las críticas sobre la logística en cuanto a los servicios gastronómicos, los responsables de la Beer Fest decidieron hacer crecer la oferta, que ahora ascenderá a 16 opciones, y esperan que así haya menos demoras. También habrá un paseo de insumos y una carpa con cinco charlas temáticas, sobre maridaje y lúpulo, entre otros temas. A la entrada entregarán un librillo con los horarios de toques, talleres y distribución en el lugar.
Por el lado artístico, hay que ir preparado para tirar unos pasos con Cumbia Club, encargados de cerrar la noche. Horas antes abrirá Papina de Palma y por el mismo escenario pasarán los shows de Poesía de Guerra (“un viaje por la vida y canciones de Juan Casanova, acompañado por Gonzalo Zipitría, Hernán Romay y Lucía Torrón)”, se escucharán las rimas de Santullo y la contagiosa energía de Reggae Poppins.