Mientras muchos están en la playa disfrutando las vacaciones, los ingenieros agrónomos y los enólogos están cuidando sus plantas (y rezando para que el clima acompañe) para obtener una buena uva. Hablamos con varios enólogos y visitamos viñedos de diferentes zonas para saber qué nos depara este año en materia vitivinícola.

Estos meses son clave para saber cuál será el resultado que saldrá al mercado con la añada 2018. Claro está que a muchos de estos vinos habrá que esperarlos unos años y otros saldrán más jóvenes, en unos meses. El asunto es que estamos en febrero y varias bodegas comenzaron a cosechar.

Se veía ya a comienzos de enero una excelente maduración y sanidad. Las lluvias escasas de verano colaboraron para dar un alivio a la planta y en muchas regiones no hizo falta realizar raleos (quitar racimos para concentrar intensidad en los que quedan en la planta o emparejar una diferencia de maduración). Los días intensos de calor y con sol directo ayudaron a tener buena concentración en la fruta, aunque en muchos casos resultaron en menor cantidad de racimos. La lucha sigue siendo contra los pájaros que comen las uvas en la viña y se ha convertido en una guerra. Muchos viñedos, para cuidar el fruto, desde hace un tiempo han colocado mallas.

Maduración y expectativas

En algunas regiones del país se comenzó hace unas semanas con la cosecha para la elaboración de espumosos. Esta es siempre la primera cosecha, ya que se necesita mayor acidez en el vino base de este estilo. En las zonas mas cálidas ya entraron casi toda la uva (blancas y tintas), y otros aún esperan unos días para llegar al punto óptimo de maduración.

En la región de Colonia la enóloga Valeria Chiola, de Narbona, cuenta que hace dos semanas ya entró el pinot noir, uvas tintas y delicadas, que prometen un gran varietal, con buena concentración, y estima una vendimia similar a la excelente 2011. En 20 días, aproximadamente, va a entrar el tannat y la semana siguiente comienzan a cosechar con vistas a los vinos rosados.

En el este, el enólogo Juan Pablo Fitipaldo, de Viña Edén, está muy contento con el jugo obtenido para la base de su espumoso de chardonnay y pinot noir. Este se encuentra en los tanques para dar en un futuro un brut nature, método Champenoise (el mismo sistema de elaboración que se utiliza en La Champagne, en Francia).

El enólogo Thiago Gutiérrez, de Viñas del 636, tiene su bodega en Rivera y casi terminó la vendimia. Veían que iba a adelantarse, y esta vez fue 15 días más temprano que el año pasado. Allí ya se cortó toda la uva, salvo la cabernet sauvignon, que es de ciclo largo de maduración y de las últimas en cosechar en nuestro país.

En Canelones, el enólogo Juan Andrés Marichal nos cuenta que pensaron que la vendimia iba a adelantarse, pero las últimas lluvias dieron un respiro a la planta para emparejarse al año pasado en tiempos de madurez. Se están cosechando las uvas para las bases de los espumosos y en unos diez días comenzarán con las blancas para vinos tranquilos.

La vendimia es, sin dudas, el momento definitorio del trabajo de un año entero, y eso se festeja. Así que en breve estará publicado el calendario de actividades que realizarán las diferentes bodegas para festejar esta labor. Las fechas están pautadas del 17 de febrero al 18 de marzo y son realmente una celebración del trabajo y el esfuerzo, la paciencia y el cuidado de la materia prima que nos darán luego, junto a la magia de cada enólogo, los vinos que disfrutaremos.

Para ver las diferentes propuestas podemos ingresar a la agenda de www.uruguaywinetours.com (Caminos del Vino Uruguay) o en la web de cada establecimiento. Hay desde almuerzo hasta cenas, fiestas, bailes y la posibilidad de vendimiar y hacer nuestro propio vino.