A mediados de 2018 la Sociedad de Ingenieros de la Automoción (SAE por sus siglas en inglés) publicó el documento “Taxonomías y definiciones para términos relacionados a sistemas de conducción autónomos para vehículos motorizados de carretera”. En él, entre otras cosas, se determinan seis niveles para describir qué tan autónomo puede ser un sistema fabricado para un automóvil, desde el nivel 0 para autos 100% manuales al nivel 5 para autos totalmente autónomos.

El desarrollo más popular es el de los Tesla, la marca de Elon Musk, que han incorporado tecnologías autónomas mediante su Autopilot. Según lo que se ha verificado a lo largo del tiempo, esta tecnología permite que el automóvil se centre en la carretera, modifique la velocidad en función del tráfico en carretera, estacione, cambie de carril, entre otras funcionalidades autónomas.

No obstante, el Tesla tiene una autonomía catalogada como de tipo 2. Al día de hoy este es el máximo nivel alcanzado y aprobado en autos fabricados masivamente. Estos vehículos pueden controlar su velocidad y dirección, pero tienen que tener una alerta incorporada para que el conductor pueda tomar el control.

Según la compañía, Tesla está planificando desarrollar capacidades de autonomía completa en vehículos en el futuro, aunque algunos analistas afirman que todavía está lejos de contar con el hardware necesario para lograr este objetivo.

Japón en carrera

Mientras tanto, el resto del mundo automotor sigue avanzando. Honda anunció la semana pasada que lanzará en Japón una partida de su Honda Legend (uno de sus sedanes de lujo) equipado con sensores de nivel 3, siendo el primer fabricante del mundo en hacer algo de este tipo.

Estos sensores le permitirán al Legend manejarse de forma autónoma en autopistas congestionadas. El vehículo lanzará una alerta al conductor cuando determine que las condiciones no son suficientemente seguras para que se siga manejando de forma autónoma, y la persona deberá tomar el volante.

Este lanzamiento, programado para fines de marzo de 2021 y que seguirá con la incorporación de la tecnología a otros modelos, se ha visto favorecido por decisiones del gobierno nipón. El Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo aprobó que vehículos de este fabricante circulen por carreteras japonesas con esta tecnología activa a velocidades no mayores a 50 kilómetros por hora. El propio ministro de la cartera declaró que “se espera que los vehículos autónomos jueguen un rol fundamental en ayudar a reducir accidentes de tráfico, proveer transporte a personas mayores y mejorar la logística”.

El taxi buscador

Otro jugador que se ha integrado de un tiempo a esta parte a la carrera de la fabricación del vehículo totalmente autónomo es Google, por medio de su subsidiaria Waymo, la empresa que opera el único servicio de taxi autónomo del mundo en Phoenix, Arizona.

La idea de la compañía es desarrollar la tecnología para proveer a los grandes fabricantes internacionales de automóviles. Mal no le ha ido: a enero de este año llevaban más de 20 millones de millas recorridas de forma autónoma y en mayo la compañía había logrado obtener 3.000 millones de dólares en una sola ronda de inversión. El futuro ya está en el presente y es autónomo.