El origen está en la entrada: el bazar de artículos de cocina Ehause. Después viene lo que se detecta desde la calle, la cafetería Cardenal, que es una expansión de esa empresa; al costado, el showroom de Brote, el local de plantas exóticas y macetas.

No hubo inauguración formal porque la cosa no termina ahí. Dentro de unos 15 días piensan abrir el subsuelo, la segunda etapa en desarrollo, con la librería y local de juegos de caja El Dado Oscuro, con tableros para alquilar o probar en las mesas. También habrá un sector con equipamiento de cocina y otra tienda que ya revelarán, para continuar después con el piso superior, más enfocado en la gastronomía.

La edificación –de ahora en más Casa Pastora, en homenaje a la vasca Margarita Pastora, su primera dueña– es de 1921 y estaba muy venida a menos. Tras una lavada de cara que cortó con los colores estridentes, los pisos fueron llevados a nuevo con revestimiento calcáreo, en un proceso lento y detallado: se partió de un damero y se inventó una guarda para mantener el estilo. Con la intención de darle más calidez, picaron la pared de ladrillo, generaron techos de lamas de madera y agregaron un entrepiso que balconea a la zona de cafetería.

Foto: Pablo Vignali

Foto: Pablo Vignali

El subsuelo, todavía sin habilitar, quizás sea el que transite una estética más industrial, manteniendo igualmente la unidad del inmueble. Algunos vecinos ya pasaron a comentarles a estos gestores jóvenes sus viejas historias de peñas, porque allí abajo funcionó el Templo del Sol, el mentado boliche que Elías Turubich y Ricardo Lattaro abrieron en 1982 y por el que desfilaron músicos nacionales y extranjeros entre jarras de vino y empanadas, además de haber sido testigo de las primeras andanzas nocturnas de la revista Guambia.

Nada podría ser más distinto en esta anormalidad de barbijos, pero el barrio parece darle la bienvenida a este reciclaje con ganas de revivir cierto pasado hedonista. “Cuenta la historia que Pastora solía agasajar a sus invitados con exquisitos vinos, platos para el deleite y el mejor café de todo el barrio La Estanzuela, conocido hoy como Parque Rodó. Pastora era conocida también por su buen gusto y gran estilo”, recuerdan en las redes sociales del proyecto. Es que sobran los ambientes como para montar un vodevil. En la misma planta de la cafetería no demorará en instalarse Almacén del Parque, una boutique de vinos, y en los cuartos linderos en pocas semanas habrá talleres.

Son casi 800 metros cuadrados que por ahora alquilan, con ganas de eventualmente comprar. En estos días están evaluando las propuestas que tienen para la segunda planta: “Queremos que sea un paseo gastronómico interesante”, apunta la arquitecta María Noel Arijón. “Estábamos todos muy alineados en potenciar la esquina, que a la gente le guste colgarse, quedarse acá a trabajar o a pasar el rato con una amiga, que dé gusto, que tenga la atmósfera para cada uno. Por eso tratamos de mantener los materiales de la época”. No es un mercado, aunque comparte algunas características. “Es una propuesta similar pero con otra onda. Creo que es distinto el recorrido, son como bandejas. Abrimos la cafetería la semana pasada y a partir de las cinco de la tarde explota. No nos esperábamos tanto al principio. Pensábamos que iba a ser un público mucho más joven, y hay un mix brutal”.

Foto: Pablo Vignali

Foto: Pablo Vignali

Expansivos

Hay cuatro socios en este proyecto dirigido por María Noel y su hermano Álvaro Daniel Arijón, quienes manejan la unidad de negocios. “Lo rentamos con la idea de armar dos o tres emprendimientos de los socios y a corto plazo nos dimos cuenta de que nos quedaba muy grande. Fuimos entendiendo que no sólo era un bazar y una cafetería, sino que daba para involucrar a varias empresas más”, cuentan.

Hace cuatro años que los Arijón se dedican a Ehause. “Venimos de una empresa mayorista grande, que fue una etapa para la familia. Las generaciones nuevas nos enfocamos más en el mundo de la gastronomía y entendemos el negocio no por volumen sino por calidad”, dice Álvaro. Su marca referente es Cuisinart, líder en Estados Unidos. Luego empezaron a traer grifas de España, Alemania y China, y dentro de pocos meses van a presentar una línea italiana de electrodomésticos de diseño (esos que, lejos de querer esconder, uno dejaría a propósito en la mesada) que, aseguran, “no están fuera de precio”.

Si bien el interés culinario crece notoriamente, “no hay que olvidar que los últimos cinco años fueron lentos en Uruguay y los últimos tres, peores”, señala Arijón cuando se le pregunta por el comportamiento del público con estos insumos. “Puedo decir que a dos meses de la pandemia hubo un pico de venta, evidentemente, porque la gente ahora se hace pan y esa es la punta del iceberg. Entonces, las ollas de hierro se agotaron, también las piedras de pizza, muchas cafeteras, sartenes, productos típicos de consumo, no rebuscados, fáciles, que de repente antes los dejabas pasar o te los traías de viaje. Porque claro, si convivís con tu cuchillo diez minutos por día, no te molesta, pero si lo usás todos los días por horas, lo vas a odiar. Eso es lo que está sucediendo. Ahora está más tranquilo, en julio ya hubo una bajada”.

Álvaro Arijón y María Noel Arijón. Foto: Pablo Vignali

Álvaro Arijón y María Noel Arijón. Foto: Pablo Vignali

La base de operaciones de Ehause estaba en Punta Gorda, donde han hecho eventos gastronómicos y el año pasado festejaron la primera Feria Café. “Fue el disparador para hacer este negocio. Lanzamos Ascaso, una marca catalana que se dedica a hacer cafeteras para el mundo de la especialidad, en el que trabajamos. Quiere decir que conocemos la trazabilidad desde que se arrancó el grano, y lo terminamos de tostar nosotros; también tenemos nuestra sala de capacitación y vamos a dar cotizaciones. Si sos una cafetería que va a arrancar, si sos un restaurante, una oficina o un hogar: hacemos el presupuesto de qué máquina, qué vajilla y qué café necesitás”, describe sobre el servicio de asesoría.

La cafetería Cardenal, gerenciada por el salvadoreño Erick Argueta, que viene del café La Farmacia, es la parte abierta al público. El barista también está a cargo de los talleres, tanto los técnicos de tres meses, para formar a quien se quiera dedicar al rubro, como los exprés para el aficionado al café. El lunes que viene darán a conocer el calendario de cursos.

Arriba tienen capacidad como para una decena de emprendimientos; sin embargo, por causas logísticas, se van a limitar a media docena, y todavía están calculando cuánta gente entrará en el espacio común. Para el final quedará la azotea, una terraza en proa que va a sumar un ambiente privilegiado más hacia el verano. Probablemente entonces el horario se extienda hasta las dos de la mañana sólo para ese sector y el segundo piso, con entrada por la calle Maldonado a partir de 20.30. Antes de fin de año quedará todo funcionando; pero hay un detalle sintomático: los clientes ya les pidieron que Casa Pastora abra los domingos.

Foto: Pablo Vignali

Foto: Pablo Vignali

Después de haber pasado meses de muchos nervios, ante la incertidumbre que conlleva la pandemia, Álvaro Arijón dice que “las defensas subieron rápidamente” y hoy se muestra contento. “Las propuestas vienen a nosotros, no salimos a buscarlas. La cafetería está facturando el doble de lo estimado sin hacer publicidad, y el bazar, que está con la mitad de su equipamiento al público, se está defendiendo”, comenta, feliz de que desde el octogenario hasta el hipster entren a ver qué hicieron de ese cruce ineludible. La conversación con los hermanos Arijón discurre sobre una Zona Diseño que se queda corta como etiqueta en un entorno ganado por la gastronomía.

Casa Pastora, en Bulevar España 2103, abre de lunes a sábados de 9.00 a 20.30.