“La oscuridad no puede dañarte, el miedo puede dañarte”, alecciona con dulzura la inglesa Laura Marling en “Gurdjieff’s Daughter”, la canción que recoge parte de los consejos que el místico griego-armenio George Ivánovich Gurdjieff escribió para su hija. Admirado y seguido por no pocos artistas famosos, entre ellos el chileno Alejandro Jodorowsky y el británico Peter Brook, que incluso llegó a filmar sobre su figura Meetings with Remarkable Men (1979), el legado de este bigotón gurú del siglo XX lo trascendió. Todavía hoy se dictan cursos y seminarios sobre lo que llamó la cuarta vía, una doctrina para el desarrollo armonioso.

Por eso es también remarcable que ahora se presente en la sala Hugo Balzo del Auditorio del SODRE el montaje Gurdjieff. Danzas, Ideas, Música, sobre aquellas enseñanzas que deslumbraron a algunos occidentales atentos. El espectáculo tiene tres partes: un repertorio de danzas, ejercicios y movimientos creados por el maestro, una presentación de sus ideas y, por último, el conjunto Harmonio Ensamble, con instrumentos clásicos europeos y antiguos de Medio Oriente, interpretará música de Gurdjieff y de su discípulo Thomas de Hartmann.

La cita es este jueves 16 a las 20.00 y las localidades, sin numerar, cuestan $ 300. El evento está organizado por la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, una institución sin fines de lucro dedicada a la educación integral.