Una zarzuela prototípica del género de corta duración (una hora), La verbena de la paloma cierra la temporada de ópera del Solís, donde se presentó 81 veces, la primera en 1921 y la última en 1994. En un solo acto dividido en tres cuadros presenta personajes entrañables, como don Hilarión (interpretado en esta versión por Fernando Barabino), su amigo don Sebastián (Álvaro Godiño), la tía Antonia (Jimena Vázquez), las chulapas, el sereno, los guardias, el boticario y el tabernero (Carlos Sorriba).
Con dirección musical de Martín Jorge, comandando la Banda Sinfónica de Montevideo, y dirección escénica de la dramaturga Jimena Márquez, sube nuevamente a escena este sainete lírico en prosa con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón. Bajo el subtítulo “El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos fue estrenado el 17 de febrero de 1894 en el Teatro Apolo de Madrid. La historia está ambientada en el ”Madrid de finales del siglo XIX, durante la Restauración, y en él se idealiza el statu quo de la sociedad de la época: los valores morales y virtudes como el trabajo, la honradez, la familia, el matrimonio. La obra refiere a las fiestas en torno al 15 de agosto, cuando se celebra la procesión de la Virgen de la Paloma. De la Vega escribió el libreto a partir de un hecho real que escuchó de labios del protagonista.