Si todavía había un género en el que Netflix no había incursionado, al menos en forma de producciones propias, era el anime (las series animadas al estilo japonés), y tampoco había adaptado a la pantalla algún videojuego. Por eso, con Castlevania se puede decir que mata dos pájaros de un tiro, ya que es una versión estilo anime de una recordada serie de videojuegos japoneses, que comenzó en los años 80 con uno de los clásicos juegos de plataforma, y continúa produciendo títulos hasta el día de hoy. Castlevania (o “el castillo del demonio Drácula” en su idioma original) se centra en la historia del clan Belmont, una familia de cazadores de vampiros, y su lucha a lo largo de los siglos contra Drácula.

Más una miniserie que una serie (aunque ya se ha encargado una segunda temporada), consta de apenas cuatro episodios de media hora de duración, dirigidos por Adi Shankar, un director y productor indio que se ha destacado por filmar versiones “piratas” de personajes occidentales conocidos, como The Punisher o Power Rangers. Personaje de Youtube y ocasional actor, Shankar también ha estado involucrado como productor en películas de acción tan atractivas como Machine Gun Preacher, Dredd y Lone Survivor.

Para asegurar la calidad y enganchar de primera a los amantes del cómic, los guiones de la serie estań firmados por Warren Ellis, un gran escritor de cómics inglés —parte de la generación de artistas británicos que revolucionaron el género a fines de los años 80—, autor de obras tan originales y complejas como Transmetropolitan y Red, pero que también se destacó haciendo guiones de personajes ya establecidos, como Iron Man o X Men, y una de las épocas más recordadas de Hellblazer, el burlón hechicero-exorcista de Vertigo Comics. Como si fuera poco, también fue guionista de varios videojuegos, incluyendo el tétrico Dead Space, por lo que es un nombre más que autorizado para llevar Castlevania a la pantalla.

La adaptación, que por los trailers parece reproducir el estilo de los animes de la década de los 90, está basada esencialmente en la trama del juego Castlevania III: La maldición de Drácula, que, ambientada en 1476, narra cómo la iglesia recurre a la familia Belmont y sus poderes mágicos para enfrentarse con Drácula y la legión de monstruos que están arrasando Europa.