Debido a su catálogo bastante reducido, es fácil desechar a Prime Video frente a otras ofertas de servicios de streaming. Sin embargo, el “Netflix de Amazon” se despacha periódicamente con alguna ficción original que hace parar la oreja (y al menos uno de los ojos) a los espectadores, como ocurrió con la comedia que protagonizan Maya Rudolph (Up All Night)y Fred Armisen (Portlandia), y que añadieron al catálogo hace exactamente un mes.

Forever es una serie muy particular, ya que parece contener muchas series diferentes. Por eso también se merece un análisis muy particular, que toma algunos de sus episodios como unidades independientes. Será imposible no hablar de la trama, que contiene un par de vueltas de tuerca solamente para aquellos que no tienen idea de qué se trata (y que no hayan leído el copete de esta nota). No digan que no les avisé.

» Episodio 1: Todo comienza al mejor estilo de UP: Una aventura de altura, aquella comedia reidera de Pixar de la que el público solamente recuerda el montaje inicial acerca de la vida en pareja del protagonista. Pues bien, los creadores Alan Yang y Matt Hubbard se despachan con cinco minutos que resumen la relación entre June (Rudolph) y Oscar (Armisen), desde que se conocen, se enamoran, se casan y comienzan a vacacionar en una cabaña, en donde cenan lo que Oscar pesca en la laguna. Aquí tendremos la primera de muchas hermosas sutilezas, al detectar en el rostro de June la progresiva variación de “todos los años pescado”.

Con un dominio particular de los tiempos, Forever parece ser la típica comedia romántica en la que una pareja que está “bien entrada en los cuarenta” lucha contra la rutina y decide, por una vez, cambiar las vacaciones en la cabaña por una visita a la montaña para practicar esquí. Allí se suceden varias situaciones dignas de una película de Judd Apatow, aunque sí provoquen risa, y el episodio termine justo cuando Oscar se revienta contra un árbol. Humor. Créditos.

» Episodio 2: Parece que el golpe de Oscar no fue tan simpático, ya que June enviudó y durante todo este capítulo la vemos lidiar con la depresión, con la única ayuda de su amiga Sharon (una brillante Kym Whitley). Con la misma sorpresa de quienes vieron la serie sin conocer el argumento, June intenta explicarse lo ocurrido mientras se desahoga en una tienda de electrodomésticos o busca en vano una respuesta en la religión.

El segundo episodio de Forever no puede ser más diferente al primero, incluso cuando la protagonista decide recuperar el control de su vida y buscar un ascenso en la empresa, que solamente se lleva a cabo debido a que es la menos corrupta de todas las personas que trabajan allí.

Para el cierre, June está en un gran momento, viajando por fin a destinos turísticos y disfrutando de su asiento en primera clase. La única contrariedad es atorarse con los manicitos que servían en el vuelo. Optimismo. Créditos.

» Episodio 3: Bueno, que a Yang y Hubbard les encanta ver mi cara de estupefacción, ya que June también se murió, gracias a los malditos maníes. ¿Cómo lo sabemos? Porque el capítulo comienza con Oscar dándole la bienvenida en un barrio de casas abandonadas del Más Acá, que sirve de solución habitacional para los pertenecientes al Más Allá. Ahora tiene sentido que Fred Armisen estuviera en el póster, uno sentía que lo habían engañado.

No es que Forever comience recién en este momento, sino que por fin entenderemos de qué va, aunque todavía se reserve un par de volantazos para el resto de su existencia. Como corresponde, el guion (y algún personaje secundario) se encargarán de explicarlos las “reglas” de la Eternidad, así con mayúsculas. Que en este caso no son muy complejas, ya que lo más importante sigue siendo cómo combate la rutina una pareja que tiene infinitos días por delante. La respuesta: es muy complicado.

De todos modos, habrá una fuente que da energía y un método para lograr comunicarse con el Más Acá, que convertirá a esta tercera entrega en heredera de Beetlejuice: el superfantasma. Se extraña Sharon, pero aparece Mark (Noah Robbins), un eterno adolescente que conoce el vecindario y servirá de guía para la pareja y los espectadores.

» Episodios 4 y 5: La pasmosa tranquilidad del Más Allá se ve sacudida con la llegada de una vecina muy particular, interpretada por Catherine Keener. Kase no se conforma con el vecindario ni con sus reglas y comienza a explorar los límites de aquella vida eterna. Del otro lado de la verja, la pareja protagónica tiene sus reparos, pero June se acerca poco a poco y se ve contagiada por una rebeldía que resquebraja la ya aplastada relación con Oscar.

El descubrimiento de una segunda comunidad de fallecidos podría ser justo lo que necesita, pese a las advertencias de un Peter Weller tan misterioso como efectivo, que por momentos recuerda al Hombre de Negro de Westworld. La decisión de June se verá influenciada por el mejor episodio de la serie, en el que no aparece un solo protagonista excepto por los segundos finales. Sí, segundos.

» Episodio 6: “Andre and Sarah” podría verse en forma independiente del resto de la serie. En media hora cuenta la historia de dos agentes inmobiliarios que se cruzan en diferentes casas que están en venta y forjan una relación entre ellos. Primero será una amistad que no avanzará debido a los compromisos (afectivos) de cada uno de ellos, pero con el correr de los años se transformará en algo más.

Este episodio es una oda al verdadero amor, las oportunidades perdidas y las decisiones que pateamos hacia adelante. Jason Mitchell y Hong Chau nos regalan los momentos más emotivos de Forever, entre los más alegres y los más tristes. Si por alguna extraña razón van a ver un solo capítulo de esta serie (no se me ocurre una sola razón, pero allá ustedes) que sea este. Que retoma temáticas abordadas, pero que tiene una sola escena que lo conecta con la acción por la que venimos apostando desde el comienzo.

» Episodios 7 y 8: El cierre de la temporada nos presenta a la segunda comunidad eterna, llamada Oceanside, que aparece como una opción mucho más entretenida que el aburridísimo barrio del comienzo. Ahora, ¿una eternidad de juerga no termina siendo igual de embolante? Alcanza con recordar aquella escena de Los Simpson en la Tierra de Tomy y Daly, que incluía un bar “donde todos los días es Año Nuevo”.

Después de la música celebratoria y la caída de globos, unos emocionados Marge y Homero le comentaban al mozo: “Debe ser muy bello celebrar el Año Nuevo una y otra y otra vez”. La respuesta es una de esas frases clásicas que los fanáticos saben de memoria: “Me quiero morir”.

Forever no llega a contestar esa pregunta, correctamente ocupado en mostrarnos las idas y venidas de la relación entre June y Oscar. Pero seguro que hay mucha tela por cortar si deciden hacer una nueva temporada. Una eternidad de tela por cortar.