El Espacio de Arte Contemporáneo aloja al Premio Nacional de Artes Visuales

Exposición y concurso, cada dos años este galardón premia a lo mejor de la producción en artes visuales, al tiempo que exhibe el conjunto de obras finalistas. Este año, por primera vez en mucho tiempo, la exposición no se alojará en el Museo Nacional de Artes Visuales, sino en el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC), que inaugura una nueva sala para la ocasión.

Javier Abreu, Manuela Aldabe, Candela Bado, Javier Bassi, Olga Bettas, Emilio Bianchi, Sebastián Blanco, Sergio Blanco, Matilde Campodónico, Nicolás Branca, Casa de Balneario, ca_teter, Luciana Damiani, Luisho Díaz, Liliana Farber, María Agustina Fernández Raggio, Rita Fischer, Florencia Flanagan, José Eliseo Gómez, Rifas, Tali Kimelman, Seida Lans, Martín Pelenur, Juan Manuel Rodríguez, Juan Manuel Ruétalo, Santiago Velazco, Diego Villalba: esos fueron los seleccionados por Eloísa Ibarra, Ana Laura López de la Torre y Pabló León de la Barra para competir por el Premio Nacional de Artes Visuales, y desde ayer (y hasta el 17 de marzo) sus obras estarán en exhibición en el EAC.

El evento solía ser alojado en el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV), pero en esta ocasión la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura decidió trasladarlo al EAC. Un tema de sintonía, según Fernando Sicco, director del museo, es “dar cuenta de la orientación del premio en los últimos años, tanto de las obras presentadas como de las premiadas, que tienen un perfil mayoritariamente contemporáneo”. Cabe recordar que el MNAV atesora lo mejor de la producción histórica.

En el cambio de emplazamiento Sicco también ve un reconocimiento al lugar que se ha ganado el EAC en el circuito local y en el ambiente internacional. “Es una apuesta para que siga creciendo”, dice el gestor y artista.

Para la ocasión, el EAC se pone a tiro e inaugura una nueva sala, la 6, que antes pertenecía al Centro de Diseño, con el que se compartía el gran predio donde funcionaba la Cárcel de Miguelete. Es un espacio de grandes dimensiones que fue restaurado; se trabajó para elevar el techo (se quitó el cielorraso) y se construyó un puente que lo une a la estructura principal. Además, quedó a la vista la estructura original, que ofrece interés propio, según Sicco.

El resultado, entre la ampliación, la multiplicidad de ambientes de la ex cárcel y cierta reducción en la cantidad de finalistas, es que ahora hay más espacio para exhibir las obras. “Trabajamos mucho en la distribución espacial, por que estén en una misma sala las obras que tienen afinidad de algún tipo, por que se visualicen bien”, dice el director.

Aunque su labor es independiente de la del jurado, Sicco cree que el resultado es alentador: “Me parece que es un premio muy variado. Hay obras de calidad en formatos muy distintos. El jurado trabajó bastante. Inevitablemente terminás comparando una performance con una pintura, con un objeto, con un video, y todos tienen su fundamentación interna, su rigor, su coherencia. Eso lo hemos vivido siempre. Como artista integré dos premios nacionales, así que lo viví por dentro. Creo que más allá de los premios, lo bueno es que es una fotografía de lo que ha sido la producción de artistas nacionales en los últimos dos años. Lo más rico es la amplitud que puede apreciarse, y en ese sentido es un buen salón: hay mucha diversidad, y está muy bien. Todas las obras podrían haber tenido un contexto en el EAC. De hecho, una enorme cantidad de los seleccionados ya expusieron aquí”.

Si se obvian algunas discontinuidades, se trata de la edición 58º del Premio (antes Salón) Nacional, que en esta ocasión homenajea a la pintora ítalouruguaya Linda Kohen, de 94 años, alumna del Taller Torres García y poseedora de una obra en la que prima lo intimista y lo autobiográfico.

58º Premio Nacional de Artes Visuales, en el Espacio de Arte Contemporáneo (Arenal Grande 1930 y Miguelete), de miércoles a sábados de 14.00 a 20.00 y los domingos de 11.00 a 17.00. Entrada libre y gratuita.