Damián Gularte

»» Casa rodante (2017), de Nicolás Ibarburu: este disco me conquistó desde la primera escucha. Diría que Nicolás Ibarburu viene perfilándose como uno de los mejores cantautores de estos últimos años, y este discazo es una nueva confirmación de eso. Llega ocho años después de su disco debut, Anfibio. La banda es impecable, con algunos de los mejores músicos de la escena actual, como Manuel Contrera, Martín Ibarburu, Hernán Peyrou, entre otros. Las canciones son muy bellas y quedan pegadas en la memoria, con giros melódicos interesantes, distintos climas, transitando desde el candombe al pop de gran calidad, con muchos momentos emotivos, como en “Mapa tesoro” o “Navegantes”, en los que canta con su hijo Valentín. Destaco los temas “Desvelo”, “Mapa tesoro” y “Vendaval”.

»» Turista (2017), de Pedro Restuccia: de todos los discos de Pedro, diría que Turista es el más uruguayo, el que tiene más candombe y milongón. Lejos está del intimismo folk y el minimalismo de sus primeros discos, para dar paso a un proyecto más ambicioso, y gracias a su evolución diría que estamos ante las mejores canciones que le he escuchado hasta el momento. La producción es impecable (a cargo del propio Pedro junto a José Redondo y Luis Restuccia), llena de detalles a descubrir con cada escuchada. El disco cuenta con muchísimos invitados. Si hablamos del arte gráfico y el encarte, es bellísimo, con todas las letras y textos explicando las canciones. Destaco los temas “Hoja en blanco”, “Pobre Serafín” y “Manual para cantar”.

Walter Bordoni, compositor, músico

»» The Laughing Apple (2017), de Yusuf/ Cat Stevens: el viejo Cat Stevens vuelve con el cuarto disco desde su cambio de nombre y su conversión al islam, demostrando que sigue siendo un compositor a prueba de balas. Y también a prueba del tiempo y las modas. 11 nuevas canciones, simples y bellas, en las que reflexiona sobre la peripecia humana bajo su clásico ropaje folk rock.

»» Is This The Life We Really Want? (2017), de Roger Waters: una vez le escuché decir a alguien que, luego de escribir “Adiós Nonino”, casi todo lo que había hecho posteriormente Astor Piazzolla eran variaciones en base a su obra maestra. Quizá algo así suceda también con Roger Waters. Y es probable que su nuevo álbum “suene a” The Wall o The Final Cut. En cualquier caso, Is This The Life We Really Want? es un gran disco, en el que Waters le canta a nuevos muros (¿o acaso no serán también los mismos de siempre?).

»» BM8, de Buenos Muchachos: en materia de música uruguaya, cuatro compañeros de ruta muy cercanos (Shyra Panzardo, Alejandro Ferradás, Tabaré Rivero con su banda y Gastón Dino Ciarlo) sacaron discos nuevos en 2017, y están buenísimos, por lo que podría recomendar cualquiera de ellos. Pero para no caer en amiguismos, opto por elegir otro álbum que estoy escuchando mucho últimamente. Buenos Muchachos fue una banda que siempre me resultó interesante pero, por alguna razón, había un punto en el que me costaba “entrarles”, cosa que no me ocurre con este octavo trabajo. Disco sin fisuras, envolvente como pocos, para escuchar de un tirón.

Alfonsina, cantautora

»» A Deeper Understanding (2017), de The War On Drugs: apenas terminé de escucharlo supe que era mi álbum del año. Me quisieron convencer de esperar al último lanzamiento de King Krule como para hacer semejante aseveración tan inmediata. Luego lanzó The Ooz y confirmé mi corazonada. Nada pudo estar por encima del álbum de The War on Drugs, que tiene lo mejor de todos los mundos. Canción emocionada y producción arrebatadora. Severa inteligencia musical y la elección de un andar dulce, luminoso. Un inmediato clásico moderno. No quiero secarlo con palabras.

» Needle Paw (2017), de Nai Palm: Nai Palm está tan abierta al mundo que escucharla es como mirar por una ventana multidimensional. Toda su picardía armónica y melódica me inspira y me lleva por lugares contradictorios que mantienen la seducción. No es un álbum para juzgar en una primera escucha. Sin la banda Hiatus Kaiyote atrás y acompañada de un coro maravilloso que lleva su trabajo a la altura de D’Angelo, Nai Palm no olvida que la música puede y debe suturar las muy profundas heridas humanas.

Diego Kuropatwa, compositor, guitarrista

»» 432 (2017), de Fernando Cabrera: cada vez que sale un disco nuevo de Cabrera uno abre las “antenas” y se dispone a escucharlo en sus más mínimos detalles. Su capacidad compositiva pareciera no conocer límites, arreglos jugados y el sonido compacto y preciso de una banda que lo conoce y lo acompaña hace muchísimo tiempo. Canciones como “Malas y buenas”, “Medianoche”, “Llegó el candombe”, “Alarma” y “Otra dirección” se encuentran dentro de mis favoritas.

»» Los Ángeles (2017), de Rosalía Vila: una maravilla flamenco-indie de la mano de esta joven cantante catalana de 24 años que, junto con el guitarrista Raúl Fernández, realizaron un disco cuyo eje central es el tema de la muerte. Cantes flamencos interpretados de una manera tan personal que tradición y modernidad se mezclan de forma natural y exquisita. Un disco crudo, a pura voz y guitarra. ¡Una verdadera joya!

»» Morning Phase (2014), de Beck: si bien este disco tiene ya tres años (va para el cuarto), comencé a escucharlo hace algunos meses. La voz climática de Beck, junto a melodías acústicas e intimistas, lograron crear un disco sumamente emotivo y disfrutable. Beck es alguien que puede hacer un disco como Odelay (1996), en el que mezcla de todo un poco: funk, rock, country, rap y grunge, manejando samples con soltura, y pasar años después a un Morning Phase, cálido y espiritual. Canciones como “Morning”, “Heart is a Drum” y “Blue Moon” están dentro de mis preferidas.