En esta semana nos enteramos de que dos juegos más que esperados van a sufrir retrasos en su desarrollo; Days Gone y la remake de Final Fantasy VII se van a hacer desear un poco –bastante– más de lo indicado, aunque por motivos diferentes.

El primero es un juego de acción exclusivo de PlayStation 4, ambientado en un mundo posapocalíptico a causa de los conocidos zombis. Days Gone resulta atractivo producto de una inteligencia artificial que se maneja en forma de horda, recordando a películas como Guerra Mundial Z. Los motivos del retraso son desconocidos; Sony ha sido hermético al respecto y lo único que ha asegurado es que no saldrá este año, como estaba previsto, sino que habrá que esperar hasta 2019.

El remake de Final Fantasy VII es uno de los juegos más esperados de los años venideros. La séptima entrega de esta franquicia de RPG es una de las más populares de la historia del medio y lo mostrado en conferencias promete la vuelta de un clásico con todas las prestaciones de la modernidad. En busca de una calidad que no decepcione a los fanáticos, Square Enix está contratando empleados en Japón que se dediquen al diseño de niveles, argumentando que necesitan que este punto sea muy satisfactorio para el público. Todo esto daría a entender que el juego se retrasará mucho más de la cuenta; faltos de una fecha concreta de lanzamiento, uno puede asumir que con suerte saldría en 2020.