El viernes a las 21.00 (en el teatro Alianza) la actriz y docente Josefina Trías estrenará –y protagonizará– su primer texto, Terrorismo emocional. Según adelantó, se trata de un unipersonal intimista a cargo de Bruno Contenti centrado en Clara, una muchacha que se acaba de separar de una larga relación y que, al volver a la casa de sus padres, comienza a vislumbrar la posibilidad de reencauzar su ruptura en algo creativo, difuminando “los límites entre lo privado y lo público, lo éxtimo [invención de Jacques Lacan para designar lo más interior] y lo íntimo”. De modo que habla sobre “el amor, el desamor y nuestra forma de vincularnos –como generación– con la intimidad”. Para conformar el texto, Trías apeló a la obra de la argentina Romina Paula, los diarios de Alejandra Pizarnik, trabajos de Virginia Woolf, además de a series como Broad City, Girls y Crazy Ex-Girlfriend. Entre los autores locales las exploraciones también incluyeron el Diario de juventud, de Idea Vilariño, en el que se pueden rastrear continuas tachaduras y reescrituras de anotaciones o de poemas (algunos de ellos inéditos). Lo interesante del diario, además, es que el silencio se convierte en uno de los pilares que lo sostienen, a la vez que se traza una construcción paulatina de esta Idea convirtiéndose en mujer y descubriendo la vida.

Terrorismo emocional surgió cuando la autora sintió la inquietud de escribir algo para sí misma, ya que como docente lo hacía desde 2010, al trabajar dramaturgia del actor con sus alumnos. “En 2016 sucedió algo que inauguró el estilo de escritura de Terrorismo, ya que apareció una forma que me interesó y decidí repetirla casi como un ejercicio, sin saber a qué género pertenecía, y mucho menos si era algo con posibilidad de hacerse público, sin saber a dónde estaba yendo con él”. Por eso cree que fue un año más de entrenamiento que de práctica, que también implicó una constante ida y vuelta a Buenos Aires, a donde viajaba para trabajar con Julio Chávez, lo que también generó tiempo de soledad y habilitó nuevos espacios.

“En 2016 Bruno me invitó a trabajar en Subterránea”, obra dirigida y escrita por él, y desde mediados del año pasado se embarcaron en esta nueva puesta. Cuando produjo más de 80 textos que se repetían tanto en su voz como en su estilo, decidió comenzar con la edición: “El orden me impuso un relato por sí solo, y ese relato impuso un personaje o una entidad emocional; porque Clara es una entidad del desamor”. Así, se conformó un personaje que “se busca”, que “abusa del lenguaje” y de las experiencias, y que vive un proceso de transformación a lo largo del espectáculo. “Seguramente habrá quien la vea más como un personaje, pero a nosotros nos gusta pensarla como una entidad. Sobre todo porque la trasciende”, advierte.