Ayer quedó inaugurada en el museo Blanes (Millán 4015) la muestra Ser para hacer y hacer para hacer, que repasa la obra de Nuño Pucurull (1945-2014). “Es la construcción de un repertorio personal, en el que utilizó elementos, signos y conceptos propios, de manera austera y precaria, con los cuales realizó una infinidad de desdoblamientos poéticos, políticos y visuales. Una suerte de catálogo de imágenes de la memoria, del frágil recuerdo, de fantasmas, emociones y acciones que lo ubican dentro del panorama artístico latinoamericano como un artista difícil de encasillar. Cercano en alguna medida a lo que se denominó arte político y al conceptualismo, aunque con un vínculo con la Escuela del Sur, Nuño Pucurull trabajó en un contexto similar a un baldío, por la precariedad de nuestro medio y por las circunstancias que le tocó vivir. Su operación estética, su pasaje por la militancia como tupamaro y luego como preso político durante más de una década, también lo marcan y lo revelan como un sobreviviente y, a la vez, un ejemplo de resistencia” escribe el curador, Gustavo Tabares.
La muestra sigue hasta julio, y abre de martes a domingos de 12.00 a 18.00.