Luego de adelantar las canciones “No me parece mal”, “Quién” y “Campari”, a finales de julio Boomerang publicó su cuarto disco, El encanto, su trabajo más interesante hasta el momento. “Nosotros reivindicamos la idea del álbum. Seguimos creyendo en eso, si bien acompañamos los tiempos que corren y sacamos simples que funcionen en playlists de Spotify, queremos transmitir que el disco sea una experiencia”, comenta Gonzalo Zipitría, cantante y guitarrista de la banda.
Según describe el músico, en El encanto el oyente puede encontrar una unión conceptual que nació de forma inconsciente. “Después de grabar los temas nos dimos cuenta de que tenían un hilo conductor”, cuenta Zipitría. Este aspecto se puede comprobar en el plano lírico, en el que las ideas del tiempo, las relaciones y el contacto con el mundo virtual están presentes en varias canciones, y en el plano sonoro, donde las canciones comparten un estilo similar. “No tiene tanta dinámica como Engañamundos, donde había una balada y después un tema súper rock, sino que todo el disco tiene un mismo tempo y una misma cadencia”, agrega.
El título del nuevo trabajo nace luego de que los músicos descubrieran que las canciones estaban unidas por “cierta magia de encantamiento”: “Componíamos a partir de loops y de beats que nos transmitían algo ‘mántrico’ que nos llevaba a una hipnosis”, relata el cantante. La idea se termina de redondear en la portada –inspirada en dos discos fundamentales de 1967: el del debut de The Doors y Forever Changes, de Love–, donde en el rostro de Zipitría se puede ver al resto del grupo. “Queríamos volver a la foto de banda de rock y por eso hicimos una foto análoga con sobreexposición”, comenta.
La portada también representa las diferentes capas sonoras con las que se mezcló El encanto, uno de los aspectos más destacados del álbum. El productor argentino Gustavo Iglesias mezcló las canciones para crear un sonido envolvente en el cual los instrumentos y las voces que aparecen y desaparecen, los efectos de sonido y los silencios abruptos ofrecen detalles únicos que permiten enriquecer cada arreglo y terminan de generar la sensación de encantamiento (que se puede comprobar aún más al escuchar el disco con auriculares). “En el álbum siempre algo cambia, esa era nuestra premisa. Nunca vuelve a aparecer algo de la misma manera”, afirma Zipitría.
En el disco se tomaron varias influencias que luego fueron traducidas a la estética del rock y el pop que caracteriza al sonido de Boomerang: la banda sonora de Goblin, del director italiano Dario Argento (visible en la tapa y en el arte de los videoclips), la música de los raperos Frank Ocean, Kanye West y Kendrick Lamar (que se percibe en la percusión tribal de Nicolás Arnicho en “Equivocado”, el órgano Hammond que define la mitad de “Tu sombra” y, especialmente, en los patrones rítmicos de la mayoría de los temas) y el dub (en la batería del hit “Campari” y el teclado de “Si todos lo dicen”). Lo más llamativo es que El encanto también fue influenciado por Julio Cobelli. Según Zipitría, el guitarrista Luis Angelero estaba estudiando con el músico y de allí surgen ciertas características de la milonga que se ven reflejadas en las guitarras de “Un poco mejor” y “Vigilia”.
“Vigilia”, escrita por Angelero y que incluye a Fernando Cabrera en voces, es uno de los puntos más altos de El encanto. “Luis nos dijo que ‘Vigilia’ tenía algo de Cabrera en el sentimiento de la letra, que al igual que ‘No me parece mal’ habla de un momento que él vivió con su pareja, así que se nos ocurrió invitarlo a cantar”, dice Zipitría. “Cabrera se copó y trajo algunas cosas pensadas para los coros, que son como cintas en reversa. Le encantó la mezcla y fue muy generoso con nosotros, nos dijo: ‘Hagan lo que quieran con mi voz. No me tengan respeto’”. El resultado le brinda una nueva personalidad a la voz de Cabrera, gracias a un sonido casi fantasmagórico sobre los coros finales en el que su voz recorre toda la mezcla.
Esta noche el grupo presentará El encanto en la sala Hugo Balzo. Primero tocarán el disco en orden y luego interpretarán un repertorio que recorrerá varios momentos de sus 15 años de carrera. “Esperamos poder celebrar el álbum y esta etapa de vida que estamos sobrevolando”, comenta el músico. “Hicimos el disco para sorprendernos y tratar de no repetirnos. Lo veo como una evolución linda y buen desarrollo. Esto se pone cada vez más lindo”, concluye.
Hoy a las 21.00 en la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional Adela Reta (Andes y Mercedes). Las entradas cuestan $ 400 y se venden por Tickantel.