A lo largo de su obra dramática, el emblemático Antón Chéjov se dedicó a alternar el humor y el sarcasmo al retratar escenas de un día cualquiera. En general, la acción es mínima y se desarrolla en diálogos cotidianos, aparentemente insignificantes, pero que sorprenden por su poder de síntesis y evocación. Uno de sus clásicos, como es El jardín de los cerezos, cierra con una frase que define a muchos de sus personajes: “Mi vida pasó y yo no he vivido nada”.

Los miércoles y jueves a las 21.00 en el teatro El Galpón se presenta Viaje al interior del jardín de los cerezos, en la que Roberto Jones y un elenco integrado por Susana Groisman, Soledad Gilmet, Tefi Crocce, Ricardo Couto, Sergio Pereira, Walter Berrutti, Sebastián Serantes y Carlos Lissardy se propusieron analizar la revolucionaria metodología dramática propuesta por Chéjov, sobre todo en su última obra, El jardín de los cerezos.

Según anunció Jones, lo particular de este trabajo es que apunta a subrayar la importancia del método, el estudio, el proceso de ensayo y la creación colectiva, y no tanto a la puesta, y por esto, admite que se trata de un “reconocimiento práctico” al creador ruso.