Alem Castro fue un conocido represor y jefe de inteligencia que controlaba y censuraba instituciones culturales (y que protagonizó recordadas visitas al teatro Circular). El tipo que vino a la función es una obra (ganadora del premio Onetti 2014 y del primer premio de teatro édito de los premios anuales de literatura 2017) en la que Raquel Diana homenajea a los trabajadores de la cultura, y no se propone reivindicar una verdad, sino construir un relato a partir de la experiencia, resignificando la censura y sus quiebres con una prevención: “Queridos espectadores, prometo que no van a ser sometidos al aburrimiento del recuerdo de épocas de las que no renegamos, pero de las que ya hemos hablado lo suficiente”, invirtiendo el enfoque y las formas habituales de abordar la historia reciente.

En la puesta, tres generaciones se proponen llevar a escena uno de los episodios menos conocidos de la historia cultural, apartando de la penumbra un proceso sistemático que se llevaba a cabo a lo largo de ensayos y funciones. Por eso, Diana plantea que el espectáculo se juega entre la comedia y el drama, entre “la ficción de la escena y la realidad de la platea”, mientras los actores proponen un diálogo directo con el público, provocando y volviéndolo cómplice.

A la dramaturga le interesa proponer un teatro que participe de la vida y la historia: “Luego de algunas vueltas por las superficies, el palabrerío y la egolatría, parece que el teatro va hacia algo más radicalmente humano, como la poesía y la verdad”, dice. Y asegura que, ante el simulacro de la realidad, lo que le queda al teatro es el aquí y ahora de los cuerpos, su poética y su inteligencia, su idealismo y responsabilidad.

El tipo que vino a la función, de Raquel Diana, dirigida por Marcelino Duffau. Con Augusto Mazzarelli, Melina Gorzy, Raquel Diana, Rafael Beltrán, Florencia Salvetto y Héctor Spinelli. Viernes y sábados, 21.00. Domingos, 19.00. Teatro El Galpón.